Es cierto que a los 60 años, la piel y el cuerpo comienzan a notar cambios significativos. Disminuye la cantidad y actividad de los fibroblastos, se reduce el colágeno y la elastina... En consecuencia, la piel está menos elástica, se acentúan las arrugas y se muestra más seca y apagada.
Ester Herranz, directora de Nuevo Concepto Estética Avanzada de Burgos, afirma que no podemos evitar el envejecimiento pero sí retrasarlo y vivir esta etapa de forma plena, con energía y repleta de vitalidad. Y es que, existen factores que influyen en el proceso de envejecimiento y que no están en nuestra mano modificarlos, como por ejemplo el factor genético, pero el resto sí.
Por ello, la experta nos da las pautas para estar estupendas también a los 60 y lucir una piel espectacular.
Así, una de las recomendaciones es implementar el consumo de alimentos antioxidantes como son frutas y verduras; y cuidar el aspecto externo, como la piel.
También hay que hacer deporte, ya sea el que más te guste o el que más se adapte a tus necesidades. Y es que, en esta etapa es fundamental moverse.
Existen factores que influyen en el proceso de envejecimiento y que no están en nuestra mano modificarlos
A su vez, hay que ejercitar la mente de forma constante, los aspectos cognitivos (ejercicios mentales números y palabras); tener un espíritu alerta y curioso; y estar abierto a los avances y novedades culturales y tecnológicas.
Además de estas recomendaciones, la experta nos da cinco consejos para el correcto cuidado de la piel. ¡Apunta!
1. Limpiar. Limpiar la piel del rostro por la mañana y por la noche. Aunque no te maquilles, la limpieza por la noche es indispensable para eliminar células muertas, polución... Así la piel se oxigena y está receptiva para la crema o tratamiento que te apliques después.
2. Exfoliar. La capa externa de la piel tiende a engrosarse. Un peeling cada 15-20 días es beneficioso. La piel se mostrará más fina pero resistente, activa la microcirculación y elimina impurezas. Existen diferentes exfoliantes, por lo que hay que consultar con un especialista el adecuado a tu estado de piel.
3. Hidratar. Una crema hidratante adecuada para este tipo de pieles deberá reunir un poder humectante para favorecer la retención de agua, como por ejemplo ácido hialurónico y alantoína que aumentan la afinidad de la queratina en relación al agua.
4. Estimular. Los péptidos activan los receptores selectivos, estimulan los fibroblastos y provocan la formación de elastina. Además, la vitamina A actúa sobre la proliferación y la diferenciación celular.
5. Proteger. Como último paso, es imprescindible proteger la piel contra la deshidratación, la sequedad, el exceso de radicales libres y el exceso de rayos solares.