La Justicia francesa ha resuelto indemnizaciones económicas para las más de 40.000 mujeres afectadas en todo el mundo por unos implantes mamarios defectuosos. De todas ellas, hay 400 españolas perjudicadas que recibirán de media 5.000 euros por cabeza, una cantidad muy escasa que no cubre la magnitud todos los problemas de salud que están sufriendo.
Las prótesis defectuosas en cuestión eran fabricadas y comercializadas desde 2002 por la empresa francesa Poly Implant Prothèse (PIP). Las elaboraban con un gel industrial más económico que la silicona homologada para este tipo de tratamientos, que ha resultado ser muy nocivo para la salud. Así que ahora, más de 13 años después de que estallara el escándalo, los tribunales franceses han reconocido la responsabilidad de las empresas certificadoras de calidad de estos implantes, que eran TÜV Rheinland y TÜV Rheinland France.
Las mujeres que se sometieron a un aumento de pecho y recibieron estas prótesis con gel adulterado denuncian que 5.000 euros no son suficientes para reparar todo el daño y las secuelas causadas. Algunas de ellas viven con dolor y no pueden realizar sus tareas cotidianas, ni tampoco trabajar, porque el material de relleno de las prótesis se ha expandido por todo su cuerpo. En los casos más graves, tienen reconocida la discapacidad.
RIESGOS DE UN IMPLANTE MAMARIO DEFECTUOSO
Los implantes mamarios de PIP eran fabricados con silicona industrial y derivados del petróleo, unas sustancias muy nocivas para la salud que no cumplen con el reglamento europeo. Estos compuestos son muy nocivos para la salud, tanto que ni siquiera las cápsulas que lo encierran en el implante no podían soportarlo y terminaban rompiéndose.
Con la rotura, el material es absorbido por el cuerpo, expandiéndose a todas las células y ocasionando daños incuantificables. Las afectadas hablan de vivir con dolor constante, de tal forma que los analgésicos son incapaces de aliviarlo. Al ser sustancias nocivas, el cuerpo reacciona con infecciones, fiebre y bacterias que han puesto en jaque la salud de las mujeres durante todos estos años. Y así seguirán viviéndolo, ya que eliminar su toxicidad por completo es prácticamente imposible.
Los implantes mamarios correctamente homologados tienen muy bajo riesgo de rotura
Además, existe un elevado riesgo de que muchas de las afectadas desarrollen algún tipo de cáncer, como los linfomas (originado en las células del sistema linfático) y enfermedades autoinmunes, propiciadas por la presencia de las sustancias nocivas. En cualquier caso, unos implantes mamarios correctamente homologados y certificados tienen un riesgo de rotura muy bajo y cada vez son más seguros.
Los rellenos homologados pueden ser de relleno salino, es decir, creados con un suero inocuo que en caso de rotura, son reabsorbidos por el cuerpo sin generar mayor problema; o de silicona, que si llega a romperse, en la mayoría de casos no se esparce a otras zonas. Si el contenido llegara a expandirse (sólo los casos más arriesgados), con el paso del tiempo el material sí que podría llegar a otras zonas.
Las miles de afectadas esperan que su caso sirva de precedente y que ninguna otra mujer tenga que pasar por este problema. Recuerdan que la batalla judicial no ha terminado y que van a seguir luchando para exigir justicia, ya que sus problemas de salud van a sufrirlos irremediablemente de por vida.