Cómo anhelamos la llegada del verano, los baños al sol, la relajación y los cambios de rutinas. Nuestro cuerpo y nuestra mente lo necesitan. Un reseteo saludable pero que requiere, a la vuelta, prestar especial atención a la salud de tu piel. Y no solo estamos hablando de los excesos del sol, sino de todo lo que conlleva el verano. Las temperaturas extremas, el cloro, la sal, la alimentación, incluso los desajustes horarios, se reflejan en tu rostro y en tu cuerpo.
¿Por dónde te recomienda empezar Carmen Navarro?
1. El paso clave es recuperar las rutinas cosméticas que, en verano, relajamos. Lo primero que debes hacer para regenerar tu piel es exfoliar, no solo para retirar las células muertas y prolongar tu tono bronceado; también es clave para que los cosméticos que apliquemos a continuación penetren en profundidad y puedan cumplir su función.
2. Y no nos vale cualquier principio activo. Así como empleamos una formulación específica para protegernos de los daños solares enriquecidos en vitamina D y nos preocupamos de aplicar aquellos que nos ayudan a acelerar el bronceado, ahora llega el momento de hidratar y regenerar. Entran en escena antioxidantes como la vitamina C. Con su ayuda no solo recuperarás la luminosidad perdida, también estarás combatiendo la inflamación y el envejecimiento.
Las temperaturas extremas, el cloro, la sal, la alimentación, incluso los desajustes horarios, se reflejan en tu rostro y en tu cuerpo
3. Y atención porque con la despedida del sol llegará el momento clave para comenzar un tratamiento específico contra la hiperpigmentación. Después de realizar un diagnóstico certero, las opciones son muchas. Desde cosméticos antimanchas, que no logran erradicarlas pero sí son un buen gesto preventivo y ayudan a disminuir su tono; hasta el láser, que consigue prácticamente hacerlas desaparecer o tratamientos estéticos como Melan-Tranx. Se trata de un método despigmentante capaz de trabajar a diferentes niveles con grandes resultados en manchas y que regula el proceso de pigmentación. En este caso lo que se consigue es reducir la vascularización que muchas veces acompaña a los melasmas y a otras hiperpigmentaciones, trabajar sobre el proceso inflamatorio que surge después de algunas lesiones cutáneas como las cicatrices o el acné, y regular de manera muy efectiva el proceso de pigmentación.
4. El otro punto débil que necesitamos atajar es el envejecimiento y la deshidratación que ha causado la exposición solar, el viento y el contacto con el cloro y la sal. Necesitamos fórmulas ultrafrescas que recarguen y renueven la piel y se encarguen de recuperar el manto hidrolipídico. Además de agua y lípidos necesitaremos recuperar las estructuras dañadas. Los proteoglicanos y el ácido hialurónico se encargarán de hidratar. Y por la noche, con la llegada del otoño, es el momento perfecto para recuperar tu rutina con retinol. Recuerda que es un antiedad imprescindible y que ya existen formulaciones para todo tipo de piel.
5. Si el tabaco y el alcohol han formado parte también de ese descanso vacacional, la experta aconseja que los reduzcas al máximo. Además de ser dañinos para nuestro organismo, dejan en la piel huellas que envejecen y acentúan los signos que delatan la edad. Recupera los buenos hábitos de hidratación, consumiendo agua. Un truco si te resulta tedioso beber sin tener sed, es añadirle rodajas finas de frutos cítricos y hierbas aromáticas como la menta o el cilantro. Verás que pronto se convierte en una costumbre y tu paladar lo agradecerá.
6. Y no olvides el reseteo que debemos iniciar a nivel corporal. Nada mejor que un protocolo 100 por 100 manual que se encargue de exfoliar, remodelar y liberar de toxinas. Con Komakai Massage, gracias a la combinación de las maniobras manuales y los principios activos de la cosmética de Sofía Bertrand, se acelera el proceso de lipólisis desencadenando la ruptura de la celulitis y las acumulaciones de grasa que se han depositado en verano en zonas localizadas. Gracias a la Corallina Officinalis, un precioso extracto de algas rojas, brotes de mostaza y cafeína, se estimulan los receptores de adrenalina de las células adiposas. El resultado es una piel suave, sin imperfecciones y sublime.