El verano y las vacaciones son el momento favorito de todos para desconectar física y mentalmente. Aún así, hay una parte de nuestro cuerpo que ni en estas fechas descansa: la piel. Y es que, en los meses estivales, con el aumento de las temperaturas, es más frecuente que aparezcan manchas, arrugas o la dermis pierda su firmeza. De hecho, algunos de los ingredientes que forman nuestro cutis pueden verse muy afectados.
Estamos hablando del colágeno, esa proteína esencial que da estructura, firmeza y elasticidad a la piel, en palabras de la Dra. Marta González, directora de la Unidad de Medicina Estética y especialista en Dermatología médico-quirúrgica y Medicina Estética de IMR. Sin embargo, es muy fácil perder todas sus propiedades durante los meses de verano debido a la exposición solar, la deshidratación, el aumento de la contaminación ambiental o el estrés oxidativo.
“La radiación UV daña las fibras de colágeno y elastina en la piel, lo que conduce a la aparición de arrugas, manchas solares y pérdida de elasticidad”
Si además esta exposición solar se da sin protección y de forma indiscriminada, los niveles de colágeno disminuyen con más razón. Además de provocar quemaduras, alergias o cáncer de piel, los rayos UV también pueden destruir las fibras de colágeno y elastina, que son los encargados de sostener el tejido. “La radiación UV daña las fibras de colágeno y elastina en la piel, lo que conduce a la aparición de arrugas, manchas solares y pérdida de elasticidad”, sostiene la Dra. González.
Por su parte, las altas temperaturas pueden conducir a una mayor pérdida de agua mediante el sudor y, por tanto, dar lugar a una piel deshidratada. “La deshidratación afecta la capacidad de la piel para mantener su integridad y puede acelerar el envejecimiento cutáneo”, sostiene la directora de la Unidad de Medicina Estética de IMR.
En verano también aumentan los niveles de contaminación ambiental y la exposición a radicales libres, que a su vez perjudican directamente en la piel y pueden producir el conocido estrés oxidativo. Así lo afirma la experta: “Puede causar estrés oxidativo y dañar las células de la piel, incluyendo las que producen colágeno”.
¿CÓMO PREVENIR ESTA PÉRDIDA?
Pero, ¿cómo podemos evitar esta pérdida de colágeno frecuente en la época estival? La Dra. González recomienda, en primer lugar, el uso de un fotoprotector solar cada dos horas, concretamente “utilizar protector solar de amplio espectro con un SPF alto para proteger la piel de los daños causados por los rayos UV. Además, se debe aplicar cada dos horas o después de nadar o sudar tras, por ejemplo, la práctica deportiva”, indica.
Por otro lado, la dieta y la hidratación también tendrán un papel fundamental. La especialista insiste en “beber suficiente agua y usar productos hidratantes para la piel puede ayudar a mantener la piel hidratada y reducir el riesgo de deshidratación”. También “consumir una dieta rica en antioxidantes compuesta por frutas y verduras, puede ayudar a combatir los radicales libres y proteger las células de la piel. Además, incluir alimentos ricos en vitaminas C y E, además de otros antioxidantes particularmente beneficiosos”.
Estas recomendaciones deben ir acompañadas de una buena rutina de cuidado de la piel. En esta línea, la experta aconseja “utilizar tratamientos que contengan ingredientes que estimulen la producción de colágeno, como retinoides, péptidos o ácido hialurónico”. Además de “ponerse en manos de dermatólogos especializados para realizarse algún tratamiento médico”.
TRES TRATAMIENTOS PARA PRODUCIR COLÁGENO
Como cuenta la doctora existen tratamientos capaces de estimular la producción de colágeno y que, además, cuentan con una acción prolongada que puede durar hasta 14 meses, mejorando poco a poco la calidad de la piel. “Todas las técnicas que ofrecen en IMR para estimular la producción de colágeno son compatibles entre sí y se pautarán en función de las características del paciente, de forma totalmente personalizada. La combinación de distintos tratamientos, además, nos permite conseguir un efecto sinérgico más duradero”, asevera.
La hidroxipatita cálcica, el ultrasonido focalizado ecoguiado y el láser Fráxel son los tres tratamientos eficaces en la producción de colágeno
El primero de ellos es la hidroxiapatita cálcica (Radiesse), uno de los más potentes, capaz de potenciar la síntesis de colágeno de la piel, luchar contra la flacidez de forma rápida y segura, y generar volumen. “Aunque existen otros inductores de colágeno en el mercado, se ha comprobado que la hidroxiapatita produce un colágeno regenerador más ordenado, más fisiológico, menos cicatricial y sobre todo con menos reacción inflamatoria que otros inductores”, comenta la experta.
Por otro lado, el ultrasonido focalizado ecoguiado promete mejorar la apariencia de la piel, como si de un lifting se tratase, sin tratamiento quirúrgico y de forma no invasiva. Aunque los avances son progresivos, a la semana ya puede observarse una mejora en las arrugas finas y, al mes, mayor sensación de tersura y suavidad. A partir de los tres meses y hasta pasado el año, se observa una mayor firmeza, una mirada más abierta, una mejora textural y un tono de piel más uniforme. Este tratamiento combinado con la hidroxipatita cálcica produce una mayor cantidad de nuevas fibras de colágeno y elastina.
“Ultherapy es un dispositivo médico de última generación que crea un efecto lifting no quirúrgico, gracias a la utilización de ultrasonidos focalizados de alta intensidad de forma ecoguiada. Gracias a su capacidad para enviar calor a las diferentes capas de la piel, de manera organizada y potente, en forma de columnas que atraviesan los tejidos hasta llegar a la capa diana, se generan microheridas de forma controlada y solo visibles a nivel microscópico. La estimulación de la reparación de estas microheridas hace que se potencie el tensado de la piel de manera natural, estimulando la formación de nuevo colágeno”, detalla la doctora.
Por último, la doctora recomienda el láser Fráxel. Se trata de un láser fraccionado no ablativo que “permite generar pequeñas columnas en la piel que van a estimular la regeneración y neocolagenogénesis, con poca fase de costra y una baja social bastante asumible. No en vano, induce la producción de colágeno sin destruir la capa más superficial de la piel. La balanza resultados/tiempo de recuperación postratamiento es muy buena y el procedimiento te permite volver a tu vida laboral con dos días de descanso y buenos resultados clínicos tras varias sesiones”.