Sabemos que hay infinidad de maquinillas de afeitar en el mercado, pero… ¿hay alguna que proporcione al afeitado perfecto?
Según los especialistas de la Academia Estadounidense de Dermatología, no se trata tanto de los aparatos que se usan para afeitar, sino más de la preparación y la técnica del afeitado.
Por esta razón, el doctor Robert Anolik, profesor asistente clínico de dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York recomienda los siguientes consejos para realizar un afeitado perfecto.
1. Moja tu barba para suavizarla. Un buen momento para afeitarse es justo después de la ducha, ya que tu piel estará tibia y húmeda y libre de exceso de aceite y células muertas que pueden obstruir la cuchilla de afeitar.
2. Aplica una crema de afeitar espumante. Si tienes la piel muy seca o sensible, busca una crema de afeitar que especifique que es para pieles sensibles. Con un movimiento circular, aplica con los dedos o con un cepillo especializado, una pequeña cantidad de crema en la cara. Un cepillo de afeitar puede ayudar levantando los pelos y cubriéndolos uniformemente con la crema.
3. Deja reposar la crema durante dos o tres minutos. Especialmente si tienes el vello facial más grueso, esto ayuda a la crema a penetrar los pelos y suavizarlos.
4. Aféitate en la dirección en la que crece el pelo. Este es un paso importante para ayudar a prevenir golpes y quemaduras.
5. Enjuaga después de cada pasada que realices con la maquinilla de afeitar. Además, asegúrate de cambiar la cuchilla o tirar las que sean desechables después de haberlas utlizado en varias ocasiones para evitar la irritación.
6. Después de afeitarte, enjuaga tu cara con agua fría para reducir la inflamación. Más tarde, aplica una crema hidratante con un SPF de 30 o más. La crema hidratante ayudará a cerrar los poros y atrapar el agua en tu piel, mientras que la crema protectora ayudará a protegerla de los rayos ultravioleta del sol.
7. Guarda tu maquinilla en un área seca. Entre los afeitados, asegúrate de que la maquinilla se seque por completo para evitar que crezcan bacterias en ella.