Las manchas en la piel son una de las alteraciones estéticas de la piel que más preocupan a las personas. En algunos casos, como las pecas, normalmente suelen ser estéticamente bonitas, pero con el sol se debe tener cuidado, ya que este produce manchas en nuestra piel e incluso las empeora.
Las manchas pueden ser de distintos tipos y diferente naturaleza. Podemos dividirlas en dos grandes grupos: manchas que aparecen por un cúmulo de pigmento o melanina sin que varíe el número de células productoras de este pigmento, llamadas hiper-pigmentaciones melánicas. O las manchas que vemos porque aumenta el número de células productoras de melanina llamadas melanocitos, se denominan hiper-pigmentaciones melanocíticas.
HIPERPIGMENTACIONES MELÁNICAS: Son las que podemos tratar con tratamientos tópicos, es decir, cosméticos y fármacos.
- Pecas. Son manchas pequeñas con bordes bien definidos y de color café. Suelen aparecer en pieles claras y están presentes desde la infancia.
La protección solar es fundamental, se recomienda utilizarla a diario durante todo el año
- Melasma. Estas manchas tienen los bordes mal definidos y suelen aparecer en mujeres de piel morena, normalmente en la frente, labio superior, mejillas o bordes de la mandíbula. En la mayoría de los casos se debe a una influencia hormonal y se recomienda evitar la exposición solar y usar protección FPS 50 a diario.
- Pigmentación post-inflamatoria. Son aquellas que aparecen después de una agresión en la piel como quemaduras o arañazos.
HIPERPIGMENTACIONES MELANOCÍTICAS: En ellas no nos sirven ni los cosméticos ni los fármacos despigmentantes tópicos ya que no es simplemente un aumento de pigmento en la piel, sino que el número de células productoras de pigmento está aumentado, y tendremos que recurrir a tratamientos médicos como la luz pulsada intensa.
- Lunares o nevus. Son agregaciones de células productoras de pigmento y que dan aspecto de un punto oscuro con bordes bien definidos. Si se producen cambios o irregularidades se debe consultar a un dermatólogo para descartar posibles anomalías.
- Lentigos solares. Son manchas marrones del tamaño de una lenteja con bordes bien definidos que aparecen en zonas expuestas al sol, ya que suelen ser consecuencia del daño solar acumulado.
Tratar las manchas es importante, pero lo es aún más evitar que aparezcan nuevas mediante estrategias preventivas. Un buen hábito es utilizar siempre cosméticos con alta protección UV, la protección solar es fundamental, se recomienda utilizarla a diario durante todo el año.