El estrés laboral, los agentes externos (frío y sol), sumado a la edad y la falta de descanso que supone la paternidad, acaba pasando factura y el cansancio general se refleja en el rostro: piel más irregular y ojeras demasiado marcadas son algunas de las consecuencias.
Para atenuar estos efectos que envejecen la apariencia y ya que el Día del Padre está a la vuelta de la esquina, Clínica Planas recomienda dos de sus tratamientos estrella: el tratamiento IPL (Luz Intensa Pulsada) y Nanofat.
Por un lado, Nanofat es una innovadora técnica que permite corregir los antiestéticos círculos oscuros alrededor de los ojos. Además, el doctor Jorge Planas, director médico de Clínica Planas, ha desarrollado un kit, Nanofat Planas Kit, que permite conseguir células de la grasa para su posterior inyección en las ojeras oscuras.
El procedimiento consta de 3 fases. En la primera se produce una extracción grasa del propio paciente, que consiste en la extracción por micropunción de una mínima parte de grasa del paciente. Se necesita solo una pequeña muestra de 3 o 4 cm cúbicos que se extrae con anestesia local de forma ambulatoria.
Nanofat es una innovadora técnica que permite corregir los antiestéticos círculos oscuros alrededor de los ojos
En la segunda fase se produce una emulsión de la grasa, que consiste en que la grasa extraída es emulsionada para convertirla en un producto más líquido y manejable y poder aplicarlo con agujas muy finas en la zona a tratar. Una vez emulsionada es filtrada en el Nanofat Planas Kit para apartar los restos de tejido graso y quedarnos sólo con las células.
La tercera fase consiste una infiltración de células a nivel de las ojeras, consiguiendo así un tono de piel más claro y favorecedor.
Por otro lado, el tratamiento de IPL se basa en la emisión de una banda ancha de luz que tiene múltiples beneficios porque actúa sobre manchas pigmentadas, poros dilatados, arrugas finas, venitas y sobre la textura cutánea rugosa. En definitiva, mejora en su conjunto la calidad de la piel, ya que también estimula la generación de colágeno, y con todo ello la piel gana en luminosidad.
La técnica requiere de 3 a 5 sesiones (con un descanso de tres semanas entre ellas), y la aplicación de la luz no es dolorosa, ya que la sensación de calor se contrarresta con el gel frío que se coloca sobre la piel antes de iniciar el procedimiento.
Los resultados se perciben desde la primera sesión y mejoran progresivamente con cada sesión. Tras el tratamiento, deberá protegerse del sol la zona tratada.