El cuello es una de esas zonas a las que no solemos prestar mucha atención. La falta de cuidados, junto a sus características (piel fina, siempre expuesta a la luz…), hacen que, con el paso de los años, muestre signos de envejecimiento como la flacidez, arrugas horizontales, manchas o la papada.
La doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana y experta en medicina estética facial, recomienda los siguientes tratamientos, mínimamente invasivos, para devolver la juventud.
-Relleno con ácido hialurónico. El ácido hialurónico es uno de los tratamientos mínimamente invasivos que ayuda a rejuvenecer el cuello, al tratar las arrugas y aportar hidratación a esta piel que, con el paso del tiempo está más ajada y ha perdido la tersura. Es un tratamiento rápido y eficaz, cuyos resultados se ven de forma inmediata, aunque se intensifican pasados un tiempo, y que permite seguir con la vida habitual. Aunque el ácido hialurónico se haya absorbido, el efecto de la corrección dura más, debido a la regeneración de colágeno y del propio ácido hialurónico de la piel. Según los cuidados y la calidad de la piel, nos puede llegar a durar hasta 2 años.
El ácido hialurónico es uno de los tratamientos mínimamente invasivos que ayuda a rejuvenecer el cuello, al tratar las arrugas y aportar hidratación
-Mesoterapia. Las microinyecciones con sustancias beneficiosas para la piel como son el ácido hialurónico, las vitaminas, el DMAE, los péptidos, los aminoácidos… ayudan a mejorar la calidad y salud, aumentar su firmeza e hidratación y son también recomendables para rejuvenecer el cuello. Los beneficios de la mesoterapia son la activación de la microcirculación sanguínea, la hidratación, regeneración y tonificación de la piel… Además, este tratamiento, rápido y que se hace con anestesia tópica, promueve la formación de colágeno y elastina. Es un tratamiento, tanto preventivo como curativo que, si se combina con un estilo de vida saludable y cuidados de la piel, ofrece resultados más prolongados.
-Neolifting o lifting asistido con láser. Con el lifting de nueva generación podemos eliminar tanto el exceso de piel y grasa que conforma la papada, como las arrugas horizontales del cuello. Se realiza con anestesia local, sedación o anestesia profunda de alta, de forma que el paciente se puede ir a casa 3-4 horas después del procedimiento. Es un procedimiento menos invasivo y más seguro que el lifting tradicional y con una recuperación más rápida. Se realiza asistido con láser frío, que reduce la inflamación y el sangrado y mejora la cicatrización y se utilizan suturas intradérmicas, transparentes y flexibles, que no son visibles desde fuera.