Celebrar el amor por medio de la belleza… Eso es lo que ofrece You are Blauceldona, un tratamiento para disfrutar en pareja entregándose a una experiencia única, con la que dejar atrás el estrés y entregarse al relax y al cuidado de la piel de rostro y cuerpo.
Silvia Oliete, facialista y directora de los centros Blauceldona, sabe que su amor por el cuidado de la piel es también un disfrute que puede disfrutarse en pareja para celebrar el suyo. ''Creé este tratamiento en pareja para que se regalen un momento de conexión entre ellos y con su propia piel, que recobra su luminosidad y relax, casi tanto, como consigue el amor. Es una verdadera experiencia de sensaciones, un momento privado en armonía y calma'', apunta Oliete.
El tratamiento comienza con un desmaquillado y doble limpieza con un delicioso bálsamo, seguido de una espuma
You are Blauceldona es un tratamiento que comienza disfrutando de una copa de cava en el salón VIP del centro como preámbulo perfecto para sumergirse en esta experiencia única en pareja.
PROTOCOLO
El tratamiento comienza con un desmaquillado y doble limpieza con un delicioso bálsamo, seguido de una espuma, ambos ricos en agua de glaciar, prebióticos y probióticos, que dejan la piel nítida y tonificada.
Seguidamente, se exfolian rostro y cuerpo suavemente con una exclusiva mezcla que contiene alpha y beta hidroxiácidos (glicólico, málico, tartárico, láctico, cítrico y salicílico), que consigue despejar la piel de células muertas y mejora su receptividad al resto de activos aplicados con posterioridad.
Después de aclarar el exfoliante con una fresca y revitalizante ducha, se trata la piel con un masaje corporal mediante unas maniobras descontracturantes para alcanzar una profunda desconexión y relajación.
A continuación, se realiza el famoso masaje de remonte by Silvia Oliete en el rostro, facilitando sus movimientos una exquisita mascarilla facial que infunde al rostro una alta nutrición gracias a su riqueza en miel, própolis y jalea real.
Tras el masaje, se retira el exceso de mascarilla que haya podido quedar, y se aplica un velo de colágeno muy hidratante, que minimiza líneas y arrugas, equilibrando la mente durante su tiempo de exposición con las vibraciones de campanas tibetanas.
Como último paso, se aplican sérums, cremas y contornos de ojos adaptados a las necesidades de cada persona.