¿Alguna vez te has imaginado sin pestañas? Seguramente no, y es que estas aparte de tener una función protectora, evitando que el polvo, las bacterias y la contaminación del aire entre en contacto con nuestros ojos, también tienen una función estética muy importante, ya seas hombre o mujer, las pestañas nos ayudan a vernos mejor.
En muchos casos, las modificamos con cosméticos como el rímel para vernos y sentirnos más atractivas. Pero, ¿sabías que hay una gran variedad de tipos de cepillos y cada uno tiene una función distinta? Te contamos cada uno de ellos para que puedas elegir la máscara de pestañas perfecta.
Recto y tupido. Gracias a su forma, al pasarlo por las pestañas consigue que se adhiera una mayor cantidad de rímel. Es perfecto para aquellas personas que tienen las pestañas muy finitas, ya que aporta volumen.
Curvo. Si por el contrario, tienes las pestañas largas y bien definidas pero su forma es totalmente recta, este rímel te proporcionará volumen y una forma curva sin necesidad de usar rizador.
Las pestañas tienen una función protectora, evitando que el polvo, las bacterias y la contaminación del aire entre en contacto con nuestros ojos
Peine o recto. Es similar al reto y tupido, ya que, deposita la cantidad necesaria de rímel en las pestañas, lo que permite que se vean separadas y alargadas. Es la opción perfecta para las pestañas rebeldes.
Cónico. Si tienes pestañas con suficiente longitud pero rectas, conseguirás levantarlas y rizarlas eficazmente, haciendo que el ojo parezca más almendrado y levantado.
Espiral. Gracias a su forma consigue alargar y dar volumen, por lo que si tus pestañas son muy cortas es el producto perfecto.
Ultradelgado. Si tienes las pestañas delgadas, este es tu tipo de rímel. Está pensado para proporcionar longitud y definición sin dejar grumos.