La mayoría de nosotras tenemos la idea preconcebida de que los tratamientos con láser no son para el verano. Tanto para los láseres depilatorios como para los destinados a la regeneración y reparación de la piel, es cierto que algunos de ellos no están indicados para realizarse durante los meses en los que existe un mayor índice de radiación solar. Sin embargo, el avance de la tecnología ha permitido optimizar estos protocolos y muchos de ellos pueden aplicarse en cualquier época del año.
Para conocer con exactitud qué tipo de láseres sí pueden hacerse en verano y a cuáles deberíamos renunciar, Estetic se ha puesto en contacto con Myriam Yébenes, directora de la firma Maribel Yébenes. Y, efectivamente, la experta nos confirma que, “entre los múltiples mitos que rodean el mundo de la belleza, el láser es uno de los más cuestionados” ante la duda de si es apto durante los meses de más sol.
Sin embargo, antes de resolver nuestra pregunta, Myriam nos cuenta que, “si algo debemos hacer para conseguir y prolongar los resultados de nuestros cuidados, es ser constantes y no cortarlos a medio camino”. Y a este respecto, “el láser no es ninguna excepción si queremos lograr unos resultados únicos y avanzados”. Por ello, deberíamos confiar en los tratamientos que mejor se adapten a nosotras, pero que también nos ofrezcan los mejores resultados en cualquier momento del año.
“No se pueden utilizar los láseres ablativos. En cambio, el láser alma q, laser de colágeno o dermolifing sí se pueden utilizar porque no dañan la piel”
Con este contexto, la experta en el cuidado de la piel nos dice que “el MY Yellow Method de Maribel Yébenes es el único láser amarillo del mundo para manchas, capilares, firmeza y efecto flash que puede utilizarse durante cualquier época del año, incluida la época estival”, afirma Myriam. Por lo tanto, si buscas rejuvenecer tu piel, puedes recurrir a él sin problema, sea el mes que sea, para asegurar esa constancia sin comprometer tu salud cutánea.
Este tratamiento “no deja rojeces, es indoloro y su efecto es inmediato y duradero”. Su tecnología se basa en una energía que emplea un diodo con cristal LBO que desdobla el láser en amarillo e infrarrojos. Son dos longitudes de onda, 1319nm + 1064nm, que dan lugar al 589nm, la cual “tiene gran afinidad por la hemoglobina y melanina”. Otro de sus grandes secretos es la acumulación, pues los pequeños puntos que interactúan en la piel con barrido consiguen coagulación y calentamiento difuso.
“Con el láser amarillo se necesitan menos sesiones para obtener mayores resultados, inmediatos y más duraderos, sin dolor ni rojez”
Además, el disparo múltiple gracias a la tecnología de micropulsos aporta potencia al tratamiento para maximizar el efecto sobre la piel. En definitiva, un láser eficaz y seguro para tratar las manchas con unos resultados más efectivos en comparación con otros tratamientos, pues “se necesitan menos sesiones para obtener mayores resultados, inmediatos y más duraderos, sin dolor ni rojez”, indica la experta.
Si quieres saber más sobre este tratamiento, no dudes en escuchar el episodio del podcast 'La Huella de la Piel' especializado en él. Otros láseres que pueden utilizarse sin problema durante el verano son, tal y como nos cuenta Myriam, el láser alma q, el láser de colágeno o el dermolifting,dado que “no dañan la piel”. Eso sí, siempre deben estar aplicados por un profesional para que valore el estado de nuestra piel y la viabilidad del tratamiento. En cambio, aquellos láseres que no se pueden utilizar son los ablativos, utilizados principalmente para tratar el daño solar y el envejecimiento de la piel.
Por último, la experta nos recuerda en qué situaciones concretas conviene evitar la exposición solar a más conciencia por la salud cutánea, sobre todo para no favorecer la aparición de manchas. Estos casos comprenden la existencia de “algún tipo de hematoma o herida, si tienes acné, si estás tomando algún tipo de medicación fotosensible, si te has depilado con cera, con un dispositivo tipo láser o con algún tipo de luz y, por último, si te encuentras en algún momento hormonal concreto, como el embarazo”, concluye Myriam Yébenes.