Tener la piel seca es muy común, pero a veces, se puede complicar y volver escamosa. Aquellos que experimentan este tipo de piel pueden enfrentarse a parches secos, descamación, sequedad e incluso picazón, entre otros.
Es una afección que incomoda en gran medida, además de la preocupación estética que puede generar. Y es que, la tez pierde su brillo y elasticidad habitual, esto es debido al desequilibrio de la función natural de la dermis, un fenómeno que se da por la pérdida de habilidad de la barrera cutánea para retener la humedad y proteger contra los factores externos.
Aunque, en ocasiones, se debe a problemas subyacentes o a un cuidado pobre de la piel, cabe abordar las causas de la descamación. Las duchas excesivamente calientes y largas son uno de los factores que puede empeorar esta condición.
Requiere una hidratación intensiva regular y exfoliación suave para eliminar las células muertas en la epidermis
Existen otras patologías como son lapsoriasis o los eccemas que también influyen. De igual manera, el estilo de vida también es uno de los factores más cruciales: el tabaquismo, el exposición solar o convivir en espacios cerrados con poca humedad y la calefacción alta, empeoran la descamación.
TRATAMIENTO
Para tratar este tipo de piel, es importante adoptar una rutina de cuidado en casa que se enfoque en la suavidad y la hidratación. Una manera muy óptima de alcanzar este cuidado es a través del uso de limpiadores suaves con fórmulas no agresivas e ingredientes hidratantes que estén libres de sulfatos y con un pH equilibrado.
Y es que, Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics nos recomienda algunos ingredientes para podemos cuidar la tez escamosa: “También se requiere una hidratación intensiva regular y exfoliación suave para eliminar las células muertas en la epidermis, y controlar los ingredientes activos que aplicamos, dando especial relevancia a las ceramidas, glicerina, ácido hialurónico, aloe vera, aceites naturales, niacinamida, manteca de karité o antioxidantes como las vitaminas C y E o el extracto de té verde”.
Uno de los aspectos clave es el agua. Y es que, el agua caliente puede tener efectos adversos en la piel. Esto se debe a que el agua caliente puede despojarla de los aceites naturales protectores, que son los mismos que se encargan de retener la humedad.
Una temperatura alta del agua causa que los vasos sanguíneos se dilaten, algo que empeora el enrojecimiento e irritación. Por eso, “Lo mejor es optar por el agua tibia al lavarnos la cara o ducharnos, y también limitar el tiempo que pasamos en la ducha o en el baño para no aumentar la deshidratación, con diez minutos o menos es suficiente”, añade la experta.
PRODUCTO RECOMENDADO
Desde Nezeni Cosmetics recomiendan el aceite limpiador, el peel enzimático y la crema hidratante de día de su firma.
Otra alternativa es la crema hidratante de Di Oleo, formulada a partir de manteca de karité y aceite de semillas de granada.