La piel de un bebé contiene un 80% de agua. A los 25 años, el porcentaje comienza a descender drásticamente y en la madurez, en el mejor de los casos, no alcanza el 35% de presencia. De ahí que la hidratación sea unos de esos gestos que hay que convertir en hábito lo antes posible si se quiere prevenir el envejecimiento prematuro.
Por ello, los rostros más jóvenes están empezando a utilizar las texturas 'watery', también conocidas como sorbete. Pero, ¿en qué se diferencia un cosmético hidratante convencional de uno watery? Desde los centros Carmen Navarro nos lo explican.
El secreto está en haber conseguido mezclar agua y aceite, encapsulando los principios activos más hidratantes en microburbujas. Al aplicarlas sobre la epidermis se rompen y liberan sus ingredientes de manera progresiva. De tacto sedoso y acción inmediata, los nuevos cuidados ''Liquid Care'' buscan, ante todo, los beneficios que el agua aporta a la piel.
Se presentan en serums, mascarillas, aguas termales y celulares o biológicas, geles..., pero sus grandes protagonistas son los principios activos que contienen, capaces de aportar y retener el agua que la piel pierde tanto por la edad como por las agresiones externas.
Entre estos principios activos destacan varios. Por un lado, el ácido hialurónico, una molécula capaz de retener 1000 veces su peso en agua.Además de atraer y retener la humedad, tiene un efecto de relleno que ayuda a suavizar las arruguitas de expresión.
El secreto está en haber conseguido mezclar agua y aceite, encapsulando los principios activos más hidratantes en microburbujas
Por otro lado, las acuaporinas, unas proteínas que regulan el transporte de agua, glycerol y otros activos a través de la membrana celular. Uno de sus componentes principales, la trimetilglicina, es un transportador de agua que regula el balance de agua en condiciones de deshidratación, polución o cambios de temperatura y mejora el movimiento de agua a través de la membrana celular cuando es necesario.
También está la glicerina, un líquido viscoso y lubricante con una capacidad asombrosa para mimetizarse con el agua, atrayéndola y reteniéndola sobre la piel hasta 72 horas, y el aloe vera, conocido por su acción regenerante, que es rico en muciélagos, lípidos, aminoácidos esenciales y polisacáridos que le confieren la ventaja de penetrar hasta las capas más profundas de la epidermis, apagando la sed celular y nutriéndolas en profundidad.
En cuanto a las agua minerales, existen varias: las termales, que aportan propiedades mineromedicinales, a pequeña escala, calman, refrescan e hidratan al instante, pero son más efímeras y su textura en forma de bruma no responde como tal a la cosmética aatery; las celulares, que actúan como un caudal de energía, en ósmosis perfecta con el organismo al mimetizarse a la perfección con el H2O de las células de la piel, potenciando sus funciones; y las micelares, que además de contener esas pequeñas esferas milagro que atrapan como un imán los restos de suciedad y maquillaje convertidos en residuos grasos, son perfectas para utilizarlas como comodín antes del tratamiento habitual.
Además de todo ello, existen tratamientos 'watery flash'. Uno de ellos es Ultraintensive, destinado a estimular la hidratación cutánea, que con la aplicación de la mascarilla Precious Cellcos que contiene tierras excepcionales del Amazonas, Kombucha y extracto de Edelweiss se consigue un extra de hidratación y luminosidad instantánea, aportando volumen al tejido. Y el otro es Bioslimming, un tratamiento 100% manual y natural que masajea enérgicamente con movimientos drenantes, favoreciendo el retorno linfático y la activación de zonas frías.