Una tecnología que desarrolló la NASA, con el objetivo de potenciar el crecimiento de las plantas en el espacio activando la fotosíntesis con la ayuda de la luz LED, es la clave de la nueva terapia fotodinámica que se utiliza en numerosos centros de Medicina Estética.
En este sentido, el proceso en los centros de belleza, es similar al de la fotosíntesis, se aplica la luz directamente a la piel, con la ayuda de una máscara LED, ya que los rayos que emite son como los rayos solares, pero sin incluir los rayos UV.
“A diferencia de otros tratamientos faciales que emplean el láser, la luz LED no calienta la piel, ni provoca dolor”, explica Cristina Álvarez, experta en belleza y propietaria de los centros de medicina estética Cristina Álvarez, en los que aplica este tipo de tratamiento, que ha bautizado como Redensilift.
Un tipo de luz diferente dependiendo de los resultados que busques
Dependiendo de los resultados que se busquen y el diagnóstico facial previo, se aplica un tipo de luz diferente.
La máscara de luz LED roja, está indicada para la reparación de los tejidos dañados, la reducción de arrugas, líneas de expresión, manchas y ojeras. En efecto, la luz penetra en las capas más superficiales y estimula la producción de colágeno y elastina, que dan a la piel un aspecto más liso.
Por otra parte, si lo que deseas es reducir el acné, lo más apropiado es emplear una máscara de luz LED azul. En definitiva, este tipo de luz está indicada para pieles con tendencia acnéica, ya que actúa penetrando en los poros y eliminando las bacterias. Del mismo modo, se consigue reducir la dilatación de los poros.
Por último, si tu problema son las marcas y manchas en la piel, necesitas la máscara de luz LED verde. Una luz indicada para pieles que presentan una pigmentación excesiva o manchas, puesto que ayuda a cicatrizar y a acelerar la regeneración de la piel.