Cada vez hay más alternativas para combatir la caída del pelo o la alopecia: trasplantes e injertos capilares, inyecciones de tratamientos, medicación…, pero seguro que recientemente has visto en redes sociales vídeos de gente que se pinta o tatúa el pelo. Es una opción se está poniendo muy de moda, pero su técnica sigue siendo desconocida, así que hoy vamos a hablar de la micropigmentación capilar para despejar todas las dudas.
¿QUÉ ES LA MICROPIGMENTACIÓN CAPILAR?
La micropigmentación capilar es una técnica que consiste en la utilización de una aguja fina con tinta para realizar un tatuaje a base de pequeños puntos en el cuero cabelludo. De esta forma, se crea la ilusión óptica de pelo corto o rapado en el caso de que haya ausencia de cabello o, de lo contrario, aumenta la sensación de volumen.
La sesión puede durar de 2 a 4 horas y es posible que el profesional aplique crema anestésica en la zona a tratar. Y, como cada persona es un mundo, en función de la densidad de volumen de cada persona, puede ser que se necesiten varias sesiones.
La técnica de la micropigmentación puede emplearse en otras zonas del cuerpo, como las cejas o los labios
Pero la cuestión de la micropigmentación capilar es que su efecto es no permanente y se va perdiendo con el tiempo, pues a diferencia de un tatuaje real, la micropigmentación no incide en las capas más profundas de la piel. No obstante, el tratamiento promete duración más allá de las 32 semanas y llegado, el caso, se pueden dar sesiones de retoque.
Esta técnica ayuda a aumentar la apariencia del cabello o el aumento de la densidad y puede aplicarse tanto en hombres como en mujeres, así como ejecutarse en otras zonas distintas del cuerpo, como las cejas.
La micropigmentación capilar está indicada en personas con alopecia severa o también en gente que haya perdido densidad. Pero también en otro tipo de casos como para la cobertura de cicatrices o en personas que hayan perdido su cabello de forma temporal tras recibir tratamientos oncológicos.