Los labios gruesos y carnosos se ven cada vez con más y más tendencia. En las revistas, el cine, en la televisión y hasta en personajes públicos; cada vez son más las mujeres y los hombres que sueñan con lucir labios gruesos, voluminosos, sensuales, suaves e hidratados que hagan realzar nuestra sonrisa y crear una armonía en nuestro rostro.
La Medicina Estética está en constante evolución y con ella también evolucionan y mejoran todos los tratamientos que se realizan. Las modas no son exclusivas de la ropa, o la decoración; también encontramos tendencias dentro del mundo de la estética, y en este momento, tener unos labios muy gruesos, lo es.
Según Clínica Opción Médica, la gran noticia es que para lucir unos labios grandes no es necesario pasar por quirófano ya que gracias a la Medicina Estética podemos rejuvenecer y aumentar el volumen de los labios con el Lip Lift, el mejor aliado para lograr unos labios voluminosos, carnosos y jugosos.
Los labios gruesos y carnosos se ven cada vez con más y más tendencia
Pero, ¿qué es? Se trata de un innovador y sencillo tratamiento de Medicina Estética que consigue unos labios atractivos y sensuales a través de una pequeña incisión que levanta el labio superior y acorta el filtrum (espacio existente entre la base de la nariz y el labio superior). El resultado son unos labios más jóvenes, con mayor volumen y bermellón.
Consiste en la realización de una pequeña incisión oculta debajo de la parte inferior de la nariz; a continuación, se realiza una resección de la piel del labio superior en la zona donde se junta con la nariz y, finalmente, se sutura sin que se note cuando haya finalizado el proceso de cicatrización. La cantidad de tejido que debe extraerse dependerá del tipo de caso en cuestión.
Pasado un mes de la intervención, se va asentando un resultado natural debido a la disminución del edema y de la inflación. El periodo de reparación de la zona de la cicatriz suele tener una duración de un año. En la mayoría de los casos, la cicatriz se acaba convirtiendo en invisible.
Es un procedimiento muy sencillo, los cuidados postoperatorios son mínimos pero el paciente no puede fumar al menos dos semanas antes y cuatro después con el fin de mejorar la cicatrización. Las curas son sencillas y siempre deberá indicarlas el médico estético después de la intervención. Se recomienda intentar no gesticular demasiado para no cargar de tensión los bordes de la herida.