Hace casi una década, la famosa marca de cosméticos japoneses Mirai Clinical, aseguró que pasar al menos un día a la semana sin utilizar cremas ni productos para la piel, es por muchas razones muy beneficioso para la misma. Así fue cómo nació la tendencia del Skin Fasting o ayuno de la piel.
Una técnica que se basa en la interrupción de la rutina diaria de cuidados de la piel facial a base de cuidados dermocosméticos, y dejar que la piel se cuide por sí sola.
Los argumentos que respaldan el Skin Fasting y sin evidencia científica rigurosa, se basan en que la piel cuenta con sus propios mecanismos de hidratación los cuales pueden verse interrumpidos por el uso, o abuso, de los productos dermocosméticos. Según esta práctica, aplicar demasiada hidratación artificial a la piel, podría causar que esta no produzca el suficiente sebo para hacerlo por sí sola.
Una técnica que se basa en la interrupción de la rutina diaria de cuidados de la piel facial a base de cuidados dermocosméticos
¿ES BUENO PARA LA PIEL?
Si bien es cierto que una piel sana tiene la capacidad natural de mantener toda la hidratación que necesita, es importante recordar que cada piel es distinta. Según la doctora Mª Ángeles López Marín, directora del Centro Médico Rusiñol, “el Skin Fasting es para la piel como estar en ayuno lo es para el organismo”.
“Ninguna piel se puede permitir estar sin nada durante una temporada. Hay que recordar que la piel del rostro es una piel muy finita, tiene mucha gesticulación y hay que mantener ese equilibrio del manto hidrolipídico, en especial en pieles secas y sobre todo en pieles acnéicas donde se necesita un tipo de crema que la regularice, para que no genere tanta grasa y esté bien higienizada”, añade.
No obstante, el Skin Fasting sí que puede traer beneficios para la piel, siempre y cuando se lleve a cabo de forma correcta.
La doctora también asegura que “estar una temporada sin usar demasiados productos, solo lo básico, como un tónico o leche limpiadora es ideal para someter, si se quiere, a la piel a una dieta”. Un plan perfecto si se trata de aplicar el Skin Fasting, de una forma correcta sin someter a la piel a cambios bruscos en cuestión de pocos días.