Sin embargo, la intención no basta… Por este motivo, desde la Academia Americana de Dermatología (AAD) nos facilitan siete claves para que ellos también se cuiden, pero de la forma correcta:
Si sufres irritación o pelitos encarnados con tu máquina de afeitar sería mejor utilizar una que contenga dos cuchillas
1. Lo primero es identificar tu tipo de piel: la piel sensible sufre picor o quemazón, la normal suele ser clara y no sensible, en el caso de la piel seca la sensación es escamosa y áspera, mientras que la piel grasa se ve brillante; y la mixta puede ser seca en algunas zonas y grasa en otras.
2. Lee las etiquetas de los cosméticos: analiza cuidadosamente el etiquetado, ya que si tu piel es propensa al acné habrá que buscar limpiadores o hidratantes etiquetados como “no comedogénico”o “sin aceite”, o si tienes la piel sensible la etiqueta indicada será la de “sin fragancia” o “sin perfume”.
3. Lava tu cara dos veces al día, es decir, por la mañana y por la noche, aunque también será necesario hacerlo después de hacer ejercicio. Para ello utiliza un limpiador facial suave y agua tibia.
4. ¡Cuidado con tu técnica de afeitado! si sufres esos pelitos encarnados o irritación con tu maquinilla de afeitar, deberías utilizar una que contenga dos cuchillas y no estire la piel durante el procedimiento. Además, lo ideal es humedecer antes la piel para poder ablandarla, al igual que utilizar una crema hidratante indicada para el afeitado en la dirección del crecimiento del pelo.
Los lunares y manchas que pican, sangran o cambian de color a menudo son signos de advertencia temprana de cáncer de piel
5. Hidrátate a diario: la crema hidratante trabaja atrapando la humedad de la piel, lo que puede contribuir a mejorar la apariencia de las líneas de expresión y hacer tu mirada más joven y brillante.6. Revisa tu piel regularmente: los lunares y manchas que pican, sangran o cambian de color a menudo son signos de advertencia temprana de cáncer de piel, así que si notas cualquier anomalía no dudes en acudir rápidamente a consulta dermatológica.
7. Utiliza siempre un protector solar: de esta manera, estarás protegido contra los rayos nocivos del sol, pero también contribuirás a evitar las arrugas y las manchas. Para una protección óptima escoge un protector con un SPF 30 o superior y repite las aplicaciones cada dos horas.
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