Vientos fuertes, temperaturas extremadamente frías, calor artificial… Estas características del invierno pueden significar un desastre para tu piel. Por eso, es importante llevar a cabo una serie de pautas para luchar contra todos elementos y conseguir que tu piel esté sana e hidratada todo el tiempo.
Desde Estetic.es te proponemos esta serie de consejos para conseguir una piel radiante:
1. Limpia tu piel. La piel está en contacto continuo con la contaminación y la suciedad que hay en el ambiente. Si no la limpias con asiduidad, se pueden producir una serie de erupciones. Por eso, para eliminar completamente la suciedad de la superficie de la piel antes de que se obstruyan los poros, hay que limpiar la piel por la mañana y noche. Se aconseja buscar un limpiador suave a base de crema que hidrate la piel a la vez que elimina las impurezas no deseadas. Si eres un aficionado del gimnasio, asegúrate de limpiar tu piel inmediatamente después de sudar si no puedes ducharte de inmediato.
2. Exfolia. Una de las quejas más grandes de la piel del invierno, aparte de la sequedad, es una apariencia embotada. A menudo, el motivo de una piel de aspecto apagado tiene que ver con la acumulación de células muertas en la superficie que impiden que la luz se refleje en la piel. Por esta razón, es necesario exfoliarla continuamente para eliminar esas células muertas.
3. Hidrata constantemente. La crema hidratante es extremadamente importante en el invierno. Es una de las mejores maneras de evitar la piel seca e irritada. Además, la hidratación diaria puede rellenar el aspecto de tu piel y, a su vez, reducir la aparición de líneas y arrugas. Para obtener los mejores resultados, es aconsejable aplicar la crema hidratante mientras la piel está ligeramente húmeda.
4. Dúchate con agua templada. En épocas de bajas temperaturas, seguro que tienes la costumbre de ducharte con agua muy caliente para combatir el frío que hace fuera. Sin embargo, no te das cuenta de que el agua demasiado caliente puede despojar la piel de sus aceites naturales. Por eso, es aconsejable optar por duchas de agua tibia para evitar la sequedad en la piel.
5. Protege tu piel durante el afeitado. Si tu piel es propensa a sufrir quemaduras o cortes con la maquinilla de afeitar, es más que probable que te afeites incorrectamente por el miedo a dañar más tu piel. Después de limpiar tu rostro antes de proceder al afeitado, es aconsejable que apliques una crema de afeitar calmante e hidratante. Realiza movimientos cortos y desliza la maquinilla en la dirección del crecimiento del cabello. Enjuaga con agua tibia antes de seguir afeitando e intenta no volver a afeitar la misma zona otra vez. Una vez que hayas terminado, utiliza un bálsamo relajante para proteger tu piel.
6. Protege tus labios. La capa de piel de los labios suele ser más delgada y delicada que la del resto del cuerpo, lo que la hace más susceptible a la sequedad. Por eso y, sobre todo en épocas de frío, es aconsejable utilizar un bálsamo labial para hidratarlos continuamente.