Antioxidante por excelencia, su función antiaging como neutralizante de los radicales libres es conocida desde la antigüedad.
El oro se ha convertido en un ingrediente clásico y eterno, ya que tiene un montón de virtudes cosméticas: estimula la microcirculación sanguínea y aumenta así la luminosidad y ayuda a disminuir problemas como el de las ojeras; tiene un efecto tensor y regenerador, ya que estimula el crecimiento celular de la capa basal; ayuda a mantener la elasticidad de la piel porque mejora la calidad y la formación de colágeno, ya que este tiende a concentrarse alrededor del oro aumentando la capilaridad y mejorar la regeneración celular de la piel; y aumenta la capilaridad celular, lo que, mejora el aporte de nutrientes.
La pregunta del millón: ¿Cómo puede penetrar en la piel y realizar en ella todas las funciones que se le adjudican? ¿No sería igual de eficaz llevar al cuello una cadena de oro de 24 quilates?
El único sistema de penetración es incluirlo en una fórmula coloidal en forma de nano-partículas; son las llamadas soluciones micelares. La concentración más corriente de esta solución en cosméticos es de 1000 PPM.
El oro se ha convertido en un ingrediente clásico y eterno, ya que tiene un montón de virtudes cosméticas
Las micro-emulsiones son unas mezclas de aceite, agua y tensioactivos; y las micropartículas de oro que tienen un diámetro de entre 5 a 100, son las nano-partículas. De esta manera, estas micelas pueden ser transportadas a las capas más profundas de la piel.
Para que sea efectivo, no es solo la aplicación de estas lociones, sino el posterior masaje o con la ayuda de otros componentes que lo pueden vehiculizar. De ahí que las famosas mascarillas de oro, se masajeen una vez que han cumplido su tiempo de espera sobre la epidermis.
En Carmen Navarro disponen de un exclusivo tratamiento de lujo que trabaja con las propiedades de las partículas de oro de 24K y otros activos delicadamente seleccionados como el elixir 303 Hyaluronic Radiant con efecto de relleno inmediato y duradero, potente antiarrugas y potenciador de la luz. Con técnicas de relajación y masajes, siempre bajo la filosofía holística de Carmen Navarro, se aplican las láminas de oro en pómulos, escote, frente y barbilla. Pasados 15 minutos se realiza un masaje emulsionando hasta la total absorción del oro.
Se trabaja en sinergia con un cóctel de 4 ácidos hialurónicos con diferentes pesos moleculares. Se trata de péptidos biomiméticos, moléculas inteligentes, asimiladas fácilmente por el organismo gracias a su imitación de la estructura molecular de las células. Su capacidad de penetración y actuación es 10 veces superior a la de un AH convencional.
¿Qué consigue? Refresca e hidrata, nutre, tensa, suaviza y disminuye líneas de expresión. Además, protege contra la deshidratación y las irritaciones futuras. Su uso da como resultado una piel más resistente, iluminada y de aspecto más joven. Especial para pieles fatigadas y para conseguir un plus de luminosidad antes de un evento.