Reconozcámoslo, no hay nada que más pereza nos provoque a las chicas que después de un largo día de trabajo o después de una noche de fiesta desmaquillarnos. ¡Lo bonito que es el proceso de maquillaje y la rabia que da cuando te lo tienes que quitar! Y muchas veces esa pereza se manifiesta en forma de frases tan ilustres como “por un día no pasará nada”, “estoy demasiado cansada, mañana lo hago” o “mi rostro no necesita desmaquillarse”.
Querida lectora, tenemos que decirte que estas muy equivocada. El proceso de desmaquillarse o limpiar la cara (por perezoso que pueda parecer) debe ser prácticamente una obligación en tu día a día. Tener nuestro rostro limpio ayuda a conservar la salud de nuestra piel, ya no solamente cuándo nos maquillamos, si no de manera general. En nuestro día a día factores como la contaminación, los rayos del sol, los cosméticos o la simple naturaleza ensucian nuestra piel y aunque no son perceptibles a primera vista, lo cierto es que van provocando problemas como la oxidación precoz, el envejecimiento o incluso la aparición de las primeras arrugas.
Ahora bien, ya conocemos la base de porque es importante limpiar nuestro rostro, con o sin maquillaje, pero ahora nos queda saber cuál es la rutina adecuada de cuidados que debemos seguir día a día. El proceso, además de sencillo es mucho más rápido de lo que te puedas imaginar, por lo que ya no tendrás excusa para hacerlo antes de irte a dormir cada noche.
Comienza limpiando la zona de los ojos, en nuestro día a día usamos sombras de ojos, rímel, eye-liner y aun sin usar nada, acumulan suciedad por lo que es fundamental limpiarlo adecuadamente. Para ello es necesario usar productos específicos de limpieza que no irriten la piel como el agua micelar. Un producto que además de desmaquillar tiene el poder de hidratar y tonificar la piel. Lo recomendable es usarlo con discos de algodón y aplicarlo sobre el rostro realizando movimientos circulares.
Para la zona del rostro, también se puede recurrir nuevamente al agua micelar. Aunque también existen otros formatos de limpiadores en forma de leche o incluso cremas. Lo que no se recomienda es usar toallitas desmaquillantes, ya que más que limpiar generan problemas a nuestra piel.
El último paso es uno de los más importantes. Una vez tenemos toda nuestra cara libre de impurezas y suciedad, lo ideal es optar por aplicarnos nuestra crema hidratante favorita para hidratar la piel y extenderlo con cuidado hasta su completa absorción.
LO QUE DEBES EVITAR
Al igual que es importante saber qué debemos hacer y cómo, también lo es saber que NO debemos hacer. Estas son algunas de nuestras recomendaciones:
No usar jabones para retirar el maquillaje y la suciedad, siempre debes optar por los productos exclusivos para ello.
No hace falta restregar ni presionar a la hora de limpiar el rostro. Lo ideal es hacerlo con suavidad y poco a poco para quitar la mayor suciedad posible.
Para aclarar la cara, siempre mejor agua fría que caliente.
No te secas la cara con prisas. Lo recomendable es hacerlo dando golpecitos con una toalla sobre el rostro.