Ahora que el verano está llegando a su fin es importante que empecemos a contrarrestar los efectos nocivos que ha tenido este sobre nuestra piel debido a factores como la exposición solar, el salitre o las altas temperaturas.
Por ello, Carmen Montalbán ha creado 'Restructuring', un tratamiento que reestructura y fortalece las pieles dañadas, deshidratadas y con aspecto envejecido gracias a la acción de regeneración celular en la que se centra el protocolo. El éxito de este tratamiento radica en las propiedades de los oligopéptidos celulares y la efectividad restructurante basada en la combinación de los principios activos extraídos.
El protocolo a seguir es muy sencillo. En primer lugar se realiza un masaje profundo regenerador y oxigenante a base de oligopéptidos celulares. En segundo lugar se realiza una exfoliación progresiva, donde el equilibrio natural de la piel conseguirá una epidermis de calidad. En tercer lugar se lleva a cabo una pulverización calmante a base de extracto de pepino y flores de hammamelis para evitar el enrojecimiento.
Carmen Montalbán ha creado 'Restructuring', un tratamiento que reestructura y fortalece las pieles dañadas
El siguiente paso es la aplicación de una loción alisante para redefinir el ovalo facial y suavizar las líneas de expresión. Después se aplica un sérum reestructurante, ya que la combinación de lipopéptidos, ácido hialurónico y extracto de centeno consiguen tonificar la piel y devolverle sus volúmenes. A continuación se aplica una mascarilla hidratante personalizada a demanda de cada tipo de piel y, finalmente, se da un masaje protector en gel.
Por otra parte, Carmen Montalbán dispone de otro tratamiento que es idóneo para poner a punto la piel y empezar el otoño radiante. Se trata de 'Skinon', que se basa en un protocolo al detalle.
En este sentido, se realiza un peeling corporal mediante un masaje completo y profundo a base de algas marinas y sales minerales, que gracias a su alto contenido de vitaminas E y C se eliminan las células muertas y obtenemos una piel sana y preparada para soportar los cambios climáticos que tanto afectan a esta.
A continuación se retira el exceso de sales mediante una ducha relajante y placentera. El agua de Hungría es una de las protagonistas de este tratamiento, ya que gracias a sus propiedades se activa y estimula la circulación sanguínea dotándole a la piel un efecto tonificado inmediato. Para finalizar se aplica un cóctel de aceites esenciales personalizado a las exigencias y necesidades de cada piel.