Ser mamá es posiblemente el momento más especial en la vida de una mujer, pero todas sabemos que durante esta experiencia el cuerpo sufre cambios que no podemos evitar y en muchos casos recuperar la silueta pre-embarazo se convierte en una misión difícil.
Cierto es que la alimentación y el ejercicio favorecen la recuperación, pero como siempre, la Medicina Estética nos puede echar una mano y hacer el proceso más fácil.
Desde la Clínica Martín del Yerro cuentan que una de las consultas más solicitadas en este aspecto es sobre el denominado Mommymake over, con este término se engloba al conjunto de cirugías encaminadas a recuperar o mejorar la figura femenina tras el embarazo, ya que principalmente hay dos zonas de la anatomía femenina que se resienten después de ser madre, el abdomen y las mamas.
El abdomen es la zona que más cambia tras los embarazos
El abdomen es la zona que más cambia tras los embarazos, ya que el aumento de volumen de la zona abdominal puede condicionar un exceso de piel sobrante, grasa acumulada tanto en el abdomen como en la zona baja de los laterales de la espalda, flancos, o una separación de la musculatura abdominal que puede no recuperar su posición previa originando la diástasis de rectos abdominales. Esto se corrige mediante la abdominoplastia, mejorando además de la estética del abdomen, la función de la pared abdominal, la sensación de plenitud en las digestiones y las molestias de la zona lumbar asociada a un cambio postural por la falta de funcionalidad de la pared abdominal.
En otras ocasiones, después de los embarazos, se puede notar acumulación de grasa en determinadas zonas, como la cadera o los flancos. En estos casos, la intervención más eficaz es la liposucción para eliminar la grasa localizada. Si es necesario porque la paciente presente flacidez cutánea, se recomienda compaginar con un tratamiento de última tecnología denominado Renuvion, que mejora la adaptación de la piel al nuevo contorno que se consigue después de la liposucción, ya que ayuda a reafirmar los tejidos.
Después de los embarazos, se puede notar acumulación de grasa en determinadas zonas, como la cadera o los flancos
Por otro lado, el embarazo produce un aumento de volumen mamario que distiende la piel y los tejidos, y en muchos casos sumado a la lactancia, o sin ella, existe una atrofia o disminución de volumen de la glándula mamaria que hace que, en mujeres con un volumen moderado o pequeño, éste disminuya aún más después de ser madre, lo que se conoce como sensación de mama vacía.En estos casos, el aumento mamario con implantes proporciona un resultado natural y consigue a su vez un rejuvenecimiento de la mama, recuperando una mayor firmeza.
Para reducir la tan molesta retención de líquidos, favorecer el drenaje y reducir la celulitis y la piel de naranja, un profesional del equipo recomendará la opción que más se adapte a los deseos y necesidades del paciente, como la presoterapia Ballancer. Gracias a la radiofrecuencia que ofrece Exilis y Venus Legacy la piel recupera su firmeza tras varias sesiones. En cambio, si la necesidad del paciente es reducir la grasa localizada, los ultrasonidos de ProSlim Melt y Definitive- EVO es la mejor opción.
Las manchas en la piel son otra de las consecuencias. Para estas situaciones, desde la clínica se recomienda el uso de IPL, un láser de última generación de Ellipse Múltiplex, que atenúa manchas y otras imperfecciones como las rojeces o las marcas de acné; mejora la textura de la piel; cierra los poros; homogeneiza el aspecto de la piel y, sobre todo, aporta mucha luminosidad.
Por último, una de las zonas que más sufre durante el embarazo, y sobre todo durante el parto, es la pared vaginal, por ello, aconsejan la aplicación de un láser de CO2 llamado Monalisa,que cuenta con un cabezal adaptado ofreciendo grandes resultados para recuperarse de la atonía de la pared vaginal.