Las emociones tienen un impacto directo sobre el sistema inmune y su capacidad para defenderse contra las enfermedades. La mente y el cerebro reciben choques emocionales que generan una cascada de acontecimientos hormonales y biológicos que rompen el equilibrio de nuestro organismo. Dolor, desajustes hormonales, problemas inflamatorios crónicos, digestivos, enfermedades autoinmunes... son pura sintomatología de un problema de fondo que hace estragos en nuestra salud y en nuestro bienestar.
''La genética ha dejado de tener un papel directo en el desarrollo de enfermedades y problemas de salud, siendo la epigenética -la relación de nuestro ADN con el medio-, la responsable del 98% de las enfermedades de hoy en día'', afirma Edgar Barrionuevo.
En este sentido, el aumento de factores externos que inciden directamente en nuestra salud y estilo de vida, han llevado a Natalia de la Vega a introducir un innovador departamento en Tacha. De la mano de Edgar Barrionuevo y su equipo, Tacha apuesta por un nuevo enfoque sobre la salud que pone el foco de atención en la causa y no en el síntoma, en el reequilibrio y no en la cura, y en la persona y no en la enfermedad.
Las emociones tienen un impacto directo sobre el sistema inmune y su capacidad para defenderse contra las enfermedades
Se trata de la PNIE (Psico-Neuro-Inmuo-Endocrinología), una disciplina médica integrativa que tiene como objetivo el estudio de los distintos sistemas (neural, inmunológico, hormonal, digestivo y endocrino), y cómo la relación entre ellos, juega un papel clave en nuestro estado anímico, nuestra memoria, el comportamiento, la salud emocional y hormonal. La interacción entre los microorganismos del intestino (la microbiota), el sistema inmune y el sistema nervioso puede mantenerse o perderse según nuestros hábitos de vida, afectando al equilibrio global del individuo.
La PNIE considera el sistema digestivo como un segundo cerebro y el cuidado de la microbiota intestinal es el pilar de un buen funcionamiento del cuerpo humano. Mantener saludable estas bacterias intestinales es vital para digerir, absorber alimentos y eliminar sustancias tóxicas, medicamentos y hormonas.
A través de la dieta, suplementos específicos (si aplica), ejercicio físico o la gestión emocional del estrés, podemos influir en este complejo ecosistema intestinal.
Así,la PNIE, a través de un abordaje global del individuo, evalúa toda la información que le facilita el paciente en una primera consulta para obtener una visión integral de su salud, y crear, así, pautas de prevención y tratamiento que mejoren su calidad de vida. Mediante estrategias nutricionales, microsuplementación, tratamientos terapéuticos y cambios en su estilo de vida (hábitos de sueño, ejercicio físico), la PNIE establece un plan de trabajo que te ayuda a devolver al organismo las claves para su regeneración y recuperación.
Sus beneficios son numerosos: proporciona un equilibrio digestivo e intestinal; reajuste hormonal; alivia problemas inflamatorios crónicos; refuerzo inmunológico para acabar con la debilidad generalizada que provoca enfermedades autoinmunes; bienestar del sistema endocrino; solución de problemas de peso; y prevención de cáncer y enfermedades degenerativas.