El colágeno es la proteína antiedad responsable de una piel firme, elástica e hidratada. El organismo la genera de forma natural, aunque su producción comienza a reducirse de forma progresiva a partir de los 25 años. Por eso, los expertos recomiendan añadirla en la rutina facial desde esa edad para mejorar la salud cutánea. De esta forma, se logra retrasar los primeros síntomas del envejecimiento, reducir las arrugas y mantener una cara luminosa y joven con una piel tersa. ¿Sabes cómo evitar la pérdida de colágeno?¿Y cómo añadirlo en tu rutina facial? ¡Foreo te quiere ayudar para que lo conozcas todo!
Una de cada cuatro proteínas del cuerpo es colágeno; o lo que es lo mismo, el 7% ciento de la masa corporal del ser humano. La función de esta proteína es la de formar fibras a partir de las cuales se crean las estructuras del organismo. Es decir, se encarga de unir los tejidos conectivos como músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos o cartílagos, entre muchos otros.
Si hablamos de la piel, el colágeno es el responsable de su grado de firmeza y elasticidad y tiene un papel fundamental en su hidratación y luminosidad. Con el paso de los años, la producción de colágeno disminuye y las células de la dermis pierden fortaleza y flexibilidad. En este punto, comienza a generarse flacidez y aparecen las primeras líneas de expresión que, en un futuro, darán paso a las temidas arrugas.
Con el paso de los años, la producción de colágeno disminuye y las células de la dermis pierden fortaleza y flexibilidad
En este sentido, la propiedad estrella del colágeno es mantener la piel tersa, ya que cumple una función muy importante relacionada con el mantenimiento de los tejidos. Pero no es la única porque, además: protege la piel de agentes externos, hidrata y nutre, reduce arrugas y líneas de expresión, combate el acné, mejora la cicatrización y combate la flacidez. Uno de sus principales beneficios es su efecto tensor, manteniendo la firmeza cutánea.
¿Por qué se produce la pérdida de colágeno? Con el paso del tiempo, nuestras células reducen su capacidad de sintetizar el colágeno, haciendo que se reduzca de forma progresiva desde los 25 años. Los expertos señalan que a partir de los 20 años se pierde alrededor de un 1% de colágeno cada año. De esta forma, a los 40 años el organismo produce la mitad de colágeno que en la adolescencia.
Sin embargo, la edad no es el único factor que afecta a la producción de colágeno: las condiciones ambientales, el estilo de vida y la alimentación, también son factores importantes.
La flacidez es el primer síntoma que nos pone sobre aviso en la reducción de la producción de colágeno. Sobre todo, en la zona inferior del rostro, el óvalo facial, los pómulos y la zona nasogeniana. A la flacidez le sigue la sequedad de la piel y el incremento de las arrugas. Pero no te preocupes, ralentizar y prevenir la pérdida de colágeno es posible, siguiendo 5 claves.
1. Reducir la exposición al sol: la radiación ultravioleta afecta a la producción de colágeno. Por eso, es recomendable limitar la exposición solar (evitando, sobre todo, hacerlo en las horas principales del día) y utilizar siempre una fotoprotección adecuada.
2. Cuidar la dieta: existen alimentos ricos en colágeno, que ayudan a mejorar la salud de la piel. ¿Sabes en cuáles está más presente esta proteína? Carnes de pollo, cerdo, buey, pavo y vaca; pescados como el atún y el salmón que, además, contienen Omega 3 que aporta elasticidad; frutas como las moras, grosellas, arándanos, ciruelas, uvas o higos; frutos secos como las almendras, nueces y cacahuetes; y huevos, lácteos y gelatina.
3. Hacer ejercicio: la actividad física ayuda a mejorar la producción de colágeno, además de aportar innumerables beneficios para la salud.
4. Reducir el alcohol y tabaco: ambos agentes deterioran las fibras colágenas y aceleran el envejecimiento de la piel. Elimina o reduce su consumo al máximo.
5. Seguir una rutina facial completa: resulta fundamental instaurar una rutina facial diaria por la mañana y por la noche con la que cuidar la piel e impulsar la producción de colágeno, utilizando cosméticos con esta proteína.