En verano, no solo es necesario proteger la piel con gafas de sol, sombrero y una protección adecuada; la alimentación también juega un papel clave a la hora de proteger la piel del sol y conseguir un bronceado saludable.
Por ello, Inmaculada Canterla, farmacéutica miembro de la Semal y la Semcc, Directora de Cosmeceutical Center y experta en nutrición y dietética, quiere concienciar sobre la importancia de seguir una dieta enfocada a la fotoprotección de la piel y para ello nos explica que nutrientes son básicos para ingerir en épocas de sobreexposición solar.
''Durante el verano, la alimentación y la micronutrición deben estar orientadas a aumentar la fotoprotección natural de la piel, ayudando a equilibrar la respuesta inflamatoria del cuerpo, así como los mecanismos antioxidantes y la actividad apoptótica saludable del propio organismo'', explica Inmaculada Canterla.
En este sentido, los principales alimentos que se deben incorporar a la dieta en estas épocas son aquellos que ayuden a regular la producción de melanina. ''La pigmentación de la piel es fundamental como agente fotoprotector, ya que la melanina cumple la función de absorber las radiaciones UV y es, además, un potente antiradical'', señala Inmaculada Canterla. Por ello, ''para proteger la piel es importante estimular la síntesis de melanina, es decir, aumentar la cantidad de melanina dentro de los melanocitos y favorecer su correcta distribución a nivel epidérmico'', aclara.
Los principales alimentos que se deben incorporar a la dieta en estas épocas son aquellos que ayuden a regular la producción de melanina
Asimismo, la directora de Cosmeceutical Center nos explica algunos de los nutrientes y alimentos básicos que ayudan a la protección cutánea.
Por un lado, coenzima Q10. Este nutriente es el primer antioxidante en degradarse en la piel por la acción del sol, de ahí la importancia de tomar alimentos que la contengan. El Q10 es un antioxidante que está presente de forma natural en el pescado, el marisco, las espinacas y las nueces y, al consumir estos alimentos, aportamos a la dermis un suplemento básico para reforzar la protección natural de la piel.
Por otro lado, betacarotenos. Este nutriente se considera uno de los más importantes elementos precursores de la Vitamina A y por ello se le conoce también como pro-vitamina A. Ayuda a mantener la piel sana, evitando los daños de la radiación solar. Aportan carotenoides, los cuales, según numerosos estudios, absorben los rayos UV para proteger la piel de los eritemas solares. Los carotenoides son probablemente los más eficaces en la neutralización del ''oxígeno singlet'', causante de la formación de radicales libres. Esta sustancia abunda en la calabaza, las zanahorias, los melocotones, albaricoques, la papaya, los pimientos. Aunque como nos explica la experta ''tampoco conviene excederse en su consumo, porque puede suponer una sobredosis de Vitamina A que puede ser dañina para el hígado entre otros''.
También, vitamina C. Trabaja con la fotoprotección natural de la piel, ayudando a equilibrar la respuesta inflamatoria del cuerpo, a los mecanismo antioxidantes y la actividad apoptótica saludable. La Vitamina C puede encontrarse de forma abundante en frutas cítricas, coliflor o espinacas.
Del mismo modo, hay que hacer uso de los suplementos orales. Según Inmaculada Canterla ''es necesario contar con un refuerzo oral que suplemente la efectividad de los protectores solares tópicos protegiendo así toda la superficie cutánea''.
No obstante, otros activos que la especialista recomienda tener en la dieta, en temporadas de mayor exposición solar son: vitamina E, romero, polifenoles procedentes de la granada, vitamina B3, cúrcuma, té verde, semillas de uva con proantocianidinas eficaces para inhibir el estrés oxidativo celular, vitamina D3 y ácido hialurónico.
''Lo mejor es alimentarse y usar suplementos vitamínicos ricos en antioxidantes que son los más importantes aliados para prevenir el daño de la radiación UV y que ayudan a las células a protegerse de los eritemas'' concluye Inmaculada Canterla.