Después del confinamiento, nuestra piel ha experimentado ciertos cambios. Por ello, el Instituto Médico Láser ha diseño ''Facial Express'', un protocolo revitalizante para resetearla y dar respuesta a la sequedad y falta de luz que paradójicamente refieren los pacientes.
Tal y como explica la doctora y directora del Instituto Médico Láser, Josefina Royo, ''la cuarentena nos ha obligado a prescindir de los cuidados médico-estéticos justo en el cambio de estación, que es cuando la piel más los necesita. Una de las preocupaciones más frecuentes nos ha llegado a través de nuestras redes y hacía referencia a la deshidratación facial, producto del vaivén de las emociones y del uso continuado de las pantallas digitales, responsables directas de la sequedad y la falta de brillo en la piel''.
En este sentido, gracias a la plataforma tecnológica de Instituto Médico Láser, el tratamiento puede realizarse con dos tipos de láser, cuya combinación depende de la madurez cutánea. El objetivo es aplicar suficiente cantidad de energía como para revitalizar la piel mediante la estimulación del colágeno, sin necesidad de recuperación.
El tratamiento puede realizarse con dos tipos de láser, cuya combinación depende de la madurez cutánea
Así, Focus de Picosure es un láser sin efecto térmico que trabaja a nivel medio de profundidad, genera microvacuolas intraepiteliales (pequeños espacios intracutáneos que reactivan la piel por efecto fotomecánico) que inducen la regeneración cutánea, así como la producción de nuevas fibras elásticas y colágenas.
Por otro lado, el láser 1550 Ydun crea microcolumnas de coagulación para una reactivación cutánea a mayor profundidad. Gracias a estos micro-canales térmicos de efecto controlado, se estimula la producción de colágeno y elastina, sin necesidad.
Mientras el láser se ocupa de la regeneración profunda mediante la energía física, la mesoterapia tradicional utiliza la química para aportar principios activos, cuya combinación de ácido hialurónico no reticulado, vitaminas antioxidantes y silicio orgánico, produce los siguientes beneficios: evita la evaporación hídrica en la capa córnea, reteniendo las moléculas de agua; previene el envejecimiento; incrementa la densidad de la trama acuosa, sin aportar volumen; mejora el desempeño de las funciones cutáneas; tonifica los tejidos, aumentando su elasticidad, densidad y soporte; e incrementa la luminosidad y transparencia de la piel.
El protocolo, que va de dentro hacia afuera, finaliza sacando brillo a la superficie mediante una exfoliación suave de la capa córnea, que se realiza con sustancias químicas como el ácido ferúlico. Su aplicación médica a concentraciones de 0,5% permite la regeneración de la epidermis y se traduce en una tez homogénea, más lisa y brillante, de pigmentación uniforme.