Oro, trufa blanca, caviar, orquídea negra, plata, malaquita... El protocolo más efectivo para lucir buena cara estas fiestas también es el más lujoso -y personalizado-. Se trata del Facial 360 grados en Slow Life House, un protocolo de 120 minutos de duración que aporta un cuidado global del cutis que no solo se nota en términos de luminosidad, sino que mejora, una a una, todas las áreas problemáticas del rostro.
Contorno de ojos, pómulos, óvalo facial, cuello… El protocolo combina aparatología, masajes y los activos más potentes para transformar el rostro en solo una sesión.
LOS 9 PASOS HACIA LA PERFECCIÓN
1. El tratamiento comienza con un desmaquillado de ojos y boca con un agua micelar. La cara, el cuello y el escote se limpian con una leche oxigenante.
2. El segundo paso es pulverizar la piel del rostro con un tónico de ácido hialurónico que hidrata y revitaliza la piel.
El protocolo combina aparatología, masajes y los activos más potentes para transformar el rostro en solo una sesión
3. A continuación, se exfolian el rostro, el cuello, el escote y los labios con un scrub de almendras dulces. Es fundamental retirar bien las células muertas para recibir mejor los principios activos que se utilizarán.
4. Llega el momento de la aparatología, y se combinan dos para tratar por completo el rostro aplicando en cada zona una diferente: la radiofrecuencia con vacumterapia de Q-SHAPE resulta ideal para drenar el contorno de ojos, mitigar bolsas y ojeras, redefinir pómulos y reducir la flacidez en ovalo facial. Por su parte, Dermapen se sirve de las microagujas para atenuar las arrugas de expresión donde más se necesite (patas de gallo, surco nasogeniano, cuello y escote…).
5. Después, se efectúa un relajante masaje facial drenante y reafirmante con una ampolla de esencias de lujo que se seleccion según el tipo de piel: oro (de efecto revitalizante), trufa blanca (ultra hidratante), orquídea negra (de acción regeneradora), caviar (un estupendo antiarrugas), plata (purificante) o malaquita (ideal para las pieles sensibles).
6. El ritual continúa con otro masaje inolvidable centrado en la zona ocular, en la que se aplican unos sticks fríos de efecto reafirmante drenante y antiinflamatorio.
7. Llega la fase estrella: la aplicación de la mascarilla más completa de biocelulosa que ilumina la piel incrementando su luz y brillo natural de forma inmediata. El secreto de sus efectos está en la fórmula, una potente combinación de principios activos.
8. La espera se hace corta. Mientras actúa, se hidratan profundamente los brazos y las piernas mediante un masaje relajante único.
9. El protocolo finaliza con la aplicación de un sérum, una crema final (personalizada para cada tipo de piel), un contorno de ojos y un bálsamo labial con ácido hialurónico.