¿Te imaginas un equipo tan polivalente, potente y eficaz, que actúa tanto para tratar y acelerar la recuperación de una lesión deportiva, como para combatir el descolgamiento facial, ayudar a elevar los glúteos o tonificar los brazos y, todo ello, con una potencia (y unos tiempos) inéditos?
Ya no tienes que imaginártelo porque existe, se llama Vossman y es fruto de 14 años de investigación y desarrollo por parte del ingeniero vasco Josechu Jiménez y el emprendedor y empresario leonés Fernando Díez, CEO de la empresa y pionero en desarrollo de láseres dermatológicos y depilatorios, con experiencia en Palo Alto (California). Puede parecer magia, pero es lo último en tecnología y software.
El punto de partida es plantearse llevar a otro nivel la hipertermia, una fórmula de tratamiento de largo recorrido y con numerosísimos estudios que avalan su eficacia, pero estancada en el mismo punto desde hace décadas, hasta ahora. Confirmada como el método más eficaz para la regeneración del colágeno dañado o ralentizado por el paso del tiempo o por las lesiones deportivas, la hipertermia es una poderosísima aliada de los tratamientos de estética (facial y corporal) y de los mejores fisioterapeutas, incluidos los de los deportistas de élite, para el alivio y la recuperación de lesiones en tiempo récord.
Los resultados, que por su potencia única se evidencian en tiempo récord, se perciben, visiblemente, desde la primera sesión
Actúa aumentando la temperatura de forma localizada y controlada en las capas profundas de la piel, sin elevar los grados en superficie y haciendo diana en la región exacta para promover la activación de los fibroblastos. Vossman es, por tanto, un equipo de radiofrecuencia monopolar (la bipolar sí calienta la superficie de la piel).
Los resultados, que por su potencia única se evidencian en tiempo récord, se perciben, visiblemente, desde la primera sesión, notándose la piel más suave y lisa y, en el caso de la fisioterapia, un notable alivio de la molestia y recuperación más rápida de la lesión.
También, a diferencia de otros equipos, la elevada y controlada potencia de Vossman -es el único con un regulador automático de la temperatura- permite tratar tejidos más profundos, áreas más grandes (espalda entera, piernas, brazos…) e, incluso, alcanzar la hipertermia sin emplear el manípulo, sino directamente a través de las propias manos del terapeuta.
Esto se logra gracias a unos manguitos exclusivos ubicados en el antebrazo de la esteticista o fisio, que permiten un tratamiento piel con piel, que, en muchas ocasiones, resulta esencial para aumentar la precisión, tanto en regiones del rostro pequeñas como en otras zonas/tipos de lesiones donde puede ser necesario palpar y llegar de una forma más directa, profunda y certera.