En plena desescalada y, conforme avanzan las semanas, gozamos de mucho más tiempo al aire libre e, inevitablemente, nuestra piel se ve expuesta a los rayos de sol, el viento y la contaminación durante un mayor número de horas. Para evitar que se resienta y luzca espléndida es imprescindible cuidarla y prepararla siguiendo una serie de consejos básicos.
El doctor Federico Feltes Guzmán, dermatólogo de Clínicas Dorsia nos da las claves para hacerlo correctamente.
LA TOLERANCIA SOLAR DEPENDE DE TU FOTOTIPO
Estamos en la época del año en la que el sol es el auténtico protagonista, por lo que hay que tomar ciertas medidas de prevención y, sobre todo, evitar excesos, ya que los rayos ultravioletas producen una acumulación de radicales libres en la piel que pueden dañar las células epiteliales. El doctor Feltes aclara que hay dos modos fundamentales para protegernos: limitar la exposición solar y/o aumentar nuestras reservas de antioxidantes.
Para llevar a cabo la primera recomendación de forma correcta hay que prestar especial atención al fototipo de la piel, ya que su tono nos dirá el nivel de tolerancia a la radiación.
Para evitar que se resienta y luzca espléndida es imprescindible cuidarla y prepararla siguiendo una serie de consejos básicos
''Las pieles blancas o con ligero tono moreno, que tienen una buena respuesta de bronceado, tienen una susceptibilidad intermedia, y se queman o se broncean dependiendo de si la exposición solar es cuidadosa y progresiva o abrupta y sin protección'', apunta el dermatólogo de Clínicas Dorsia. Por el contrario, ''las personas pelirrojas, rubias y de tez muy blanca, tienen gran dificultad para broncearse y en cambio se ponen rojos y se queman con facilidad. Son los que más cuidado deben tener. La clave de todo es no quemarse'', concluye.
CUIDADO CON EL TIEMPO DE EXPOSICIÓN DIRECTA
Una vez que sabemos los límites de nuestra piel frente a la exposición solar hay que tener en cuenta el horario de menor incidencia del sol para que sus rayos no la perjudiquen. El efecto natural del sol tiene consecuencias beneficiosas para la salud, como bien sabemos, pero también nocivas, tales como el envejecimiento prematuro de la piel, la formación de antiestéticas arrugas y manchas, quemaduras, disminución de las defensas, etc.
Por eso hay que evitar tomar el sol entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde, que es el horario de mayor incidencia de los rayos y por tanto de posibles consecuencias dañinas.
Hay dos modos fundamentales para protegernos: limitar la exposición solar y/o aumentar nuestras reservas de antioxidantes
Más allá de un horario aconsejado, el doctor Feltes Guzmán brinda unas recomendaciones que debemos tener siempre presentes.
1. Permanecer a la sombra, donde la radiación solar equivale a la mitad de la exposición directa.
2. Usar prendas adecuadas, teniendo en cuenta que muchas telas son más permeables a la luz de lo que puede parecer a simple vista.
3. Usar gorra o sombrero, fundamentalmente en personas calvas, y proteger también las orejas, frecuentemente olvidadas.
4. El uso de gafas de sol con filtro UV es clave para prevenir la formación de cataratas oculares.
5. Fundamental hacer un uso correcto del fotoprotector. Un factor 30 o 50 para las pieles claras, aplicado media hora antes de la exposición solar (salvo los filtros físicos o minerales, que actúan de inmediato) y en cantidad generosa. Deben, además, renovarse cada 2 o 3 horas en caso de exposición directa y continua.
LOS ANTIOXIDANTES, TUS MEJORES ALIADOS
Para prevenir quemaduras solares y evitar reacciones de hipersensibilidad cutánea, como la urticaria solar o la erupción polimorfa lumínica, el doctor Feltes Guzmán recomienda el consumo de antioxidantes mediante una alimentación rica en alimentos que los contengan (té verde, frutos rojos, chocolate negro, brócoli, tomate, etc.) y el apoyo de la nutricosmética oral, nuestra mejor defensa contra el daño oxidativo producido por la radiación solar que nos ayudará contra la formación de radicales libres.
''Existen en el mercado múltiples complementos alimenticios en formato cápsula, que contienen extractos de Polypodium leucotomos, vitaminas C y E, licopeno y luteína, entre otros, explica el dermatólogo. Cuidar nuestra salud, y especialmente la salud cutánea en esta época y en plena desescalada, es la mejor manera de disfrutar al máximo del verano y evitar complicaciones a largo plazo'', apostilla.