La vitamina C es un potente antioxidante cuyo principal objetivo es ralentizar el envejecimiento prematuro de la piel provocado por las agresiones externas, especialmente la radiación solar.
''Es un potente activo que se encarga de neutralizar los radicales libres que provocan el estrés oxidativo y de frenar la aparición de arrugas y manchas en la piel'', explica Paz Torralba, directora de los centros The Beauty Concept.
Se acercan días de mucho sol y cualquier gesto suma a la hora de proteger la piel. Además de utilizar a diario una protección solar adecuada, en The Beauty Concept recomiendan incluir un activo tan potente como la vitamina C en tu rutina de cuidado para preparar y proteger la piel.
La vitamina C es un potente antioxidante cuyo principal objetivo es ralentizar el envejecimiento prematuro de la piel provocado por las agresiones externas
La vitamina C nos proporciona numerosos beneficios para muchos aspectos de nuestra salud y bienestar, entre los que podemos destacar: protege las células de los efectos de los radicales libres; reduce la aparición de manchas y nos protege de los daños solares; aporta luminosidad a la piel y revive las pieles más apagadas; ayuda a tratar el acné y a reducir posibles marcas; nos protege la piel de la inflamación y la irritación; realiza una potente acción antienvejecimiento, ya que alisa las líneas de expresión, mejora el aspecto de arrugas y manchas; retrasa los signos del envejecimiento; y mejora visiblemente el aspecto de la piel.
¿Mañana o noche? ¿Cuándo es mejor aplicar la vitamina C? ''Si tuviéramos que elegir el momento del día ideal para aplicar esta vitamina sería por las mañanas. De esta forma, conseguiremos un aporte de luminosidad y protección frente a los radicales libres, provocados sobre todo por la radiación solar. El porcentaje de vitamina C en un cosmético puede variar de un 10% a un 20%, pero podemos encontrar porcentajes más altos y de muy buena calidad'', señala Paz Torralba.
¿Qué ocurre con la vitamina C si estamos expuestos al sol? La vitamina C no es incompatible con el sol, pero hay que evitar productos que, en su formulación, utilicen un pH ácido ya que puede provocar, aunque de manera suave, una exfoliación. Lo ideal es encontrar la formulación ácido L-ascórbico en los productos que vayamos a utilizar.