Los angiomas capilares, más conocidos como puntos rubí, son pequeñas manchas de color rojo que aparecen en la piel durante la adultez. Con el paso del tiempo, pueden aumentar tanto en cantidad como en tamaño. A pesar de que es muy frecuente y no supone un riesgo para la salud, es importante prestar atención ante posible sangrados y consultar con un dermatólogo.
La dermatóloga Leire Barrutia (@dermisphere) publica un vídeo explicando algunas de las características de esta afección cutánea. Parecen lunares, pero la dermatóloga explica por qué aparecen y deja clara su implicación en la salud.
“Son una forma de envejecimiento de la piel, como si fueran las canas”
Y es que, estas lesiones son resultado de las pequeñas dilataciones de los vasos sanguíneos. E inicialmente, pueden presentarse como pequeños puntos planos y rojos, de entre uno y dos milímetros. Pero con el paso del tiempo, la tendencia es que aumenten en tamaño pudiendo llegar hasta los cinco milímetros.
Los puntos rubí pueden aparecer en cualquier parte de cuerpo, pero se suelen desarrollar en el tronco. Sin embargo, también es muy común presentarlos en cara, cuello y, sobretodo, escote.
CAUSAS DE LOS PUNTOS RUBÍ
Leire explica que estos puntos son dilataciones vasculares, es decir, dilataciones de los pequeños vasos sanguíneos superficiales. Por esta razón, no existe ningún tratamiento tópico como cremas que lo puedan retirar.
Aunque su origen es ambiguo, su aparición está directamente relacionada con el envejecimiento. No obstante, existen algunas circunstancias como la sobreexposición solar o la herencia genética que suponen un factor de riesgo. La dermatóloga explica que puede aparecer desde edades muy tempranas: “Son una forma de envejecimiento de la piel, como si fueran las canas”, subraya Leire. Por otro lado, la predisposición puede influir en gran medida, puesto que es bastante común encontrar a varios miembros de una misma familia que los presenten.
¿SON MALIGNOS?
La doctora llama a la calma y comenta que “son totalmente benignos”. Muchas personas pueden confundirlos con lunares, y la realidad es que son lesiones distintas. Su tamaño y forma puede llevar a la confusión, pero los puntos rubí son dilataciones y no tumores, como se les considera a los lunares. Los lunares sí que pueden volverse malignos, mientras que los puntos rubí no.
Es la forma más frecuente del angioma, y aunque pueden varias en cantidad según el individuo, son muy comunes en toda la población. No obstante, pueden ser retirados por motivos estéticos con la ayuda de un profesional y técnicas de láser o electrocoagulación. Y ante síntomas como picor, sangrado o un traumatismo conviene acudir a un profesional.