En la actualidad, el aumento de la contaminación en las ciudades representa un desafío significativo para la salud de la piel. Los contaminantes ambientales, como partículas finas, metales pesados, gases tóxicos y otros compuestos dañinos, no solo afectan nuestro sistema respiratorio y cardiovascular, sino también a nuestro órgano más grande: la piel. Estos elementos atacan su barrera protectora y generan radicales libres que aceleran el envejecimiento, lo que plantea la necesidad de incorporar estrategias efectivas para minimizar sus efectos.
“La polución ambiental tiene efectos importantes en nuestra piel, ya que muchos contaminantes aumentan los radicales libres en el organismo”, explica para Estetic.es el experto en dermofarmacia Tomás Muret Ramón, vocal nacional del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF). Estas moléculas inestables dañan las células cutáneas, provocando signos visibles de envejecimiento como arrugas y manchas. Pero el problema no termina ahí. De acuerdo con el experto, los contaminantes pueden alterar la barrera natural de la piel, causando deshidratación y exacerbando afecciones como el acné, la rosácea y la dermatitis.
“La polución ambiental tiene efectos importantes en nuestra piel, ya que muchos contaminantes aumentan los radicales libres en el organismo”
Los tipos de contaminación ambiental influyen de manera distinta en el impacto que tienen sobre la piel. “Las partículas finas obstruyen los poros y afectan la capacidad de la piel para retener humedad, mientras que los gases como el ozono generan estrésoxidativo y debilitan la barrera cutánea”, explica el experto.
LOS ANTIOXIDANTES, ALIADOS CONTRA LOS RADICALES LIBRES
Uno de los conceptos más mencionados al hablar sobre protección cutánea frente a la polución son los antioxidantes. Según Muret, estos compuestos, presentes en ingredientes como la vitamina C, la vitamina E y los polifenoles, “neutralizan los radicales libres y protegen las células de la piel del daño ambiental”. Además, algunos antioxidantes no solo ofrecen esta protección, sino que también “reducen la inflamación y mejoran el tono y la textura de la piel”, subraya.
El uso tópico de antioxidantes debe complementarse con rutinas que fortalezcan la barrera cutánea. Muret resalta activos como el ácido hialurónico, el pantenol y la niacinamida, que son efectivos para evitar la deshidratación. Por otro lado, ingredientes como el resveratrol y el extracto de ginkgo biloba brindan protección adicional contra los daños de los contaminantes más agresivos.
Por otro lado, la limpieza diaria es fundamental para eliminar las partículas contaminantes que se adhieren a la piel. Según Muret, “por la mañana, es preferible optar por limpiadores suaves a base de agua que respeten el pH de la piel”. Por la noche, en cambio, destaca la importancia de realizar una doble limpieza: una primera fase con un limpiador a base de aceite para eliminar residuos grasos y contaminantes solubles en grasa, seguida por un limpiador a base de agua para retirar el sudor y las partículas solubles en agua.Para lograr una limpieza más profunda, el experto recomienda incorporar exfoliantes suaves una o dos veces por semana. “Esto no solo elimina células muertas, sino que también mejora la eficacia de otros productos, como los antioxidantes”, explica. Este enfoque garantiza que la piel esté preparada para enfrentar los retos diarios de un entorno urbano.
Además, aunque suele asociarse con la protección contra los rayos UV, el protector solar también desempeña un papel crucial frente a la contaminación ambiental. Según el experto, los protectores que combinan filtros solares con ingredientes antioxidantes y enzimas reparadoras del ADN celular ofrecen una defensa completa. “Los filtros solares inorgánicos crean una barrera física que impide que los contaminantes penetren la piel”. Además, insiste en la importancia de reaplicar el protector a lo largo del día para mantener su efectividad.
Entre todos los antioxidantes, la vitamina C ocupa un lugar destacado en la protección cutánea. Este ingrediente, según Muret, “neutraliza los radicales libres, ilumina la piel y reduce la aparición de manchas oscuras”. Su uso diario no solo mejora el aspecto de la piel, sino que también refuerza sus defensas contra el estrésambiental, convirtiéndolo en un imprescindible en las rutinas de cuidado personal en ciudades con alta contaminación.
“Es fundamental limpiar la piel dos veces al día, usar antioxidantes, aplicar emolientes para reforzar la barrera cutánea y nunca olvidar el protector solar”
RUTINAS PERSONALIZADAS PARA PIELES URBANAS
Para mantener una piel saludable en entornos urbanos, Muret sugiere rutinas de cuidado adaptadas al estilo de vida de cada persona. “Es fundamental limpiar la piel dos veces al día, usar antioxidantes, aplicar emolientes para reforzar la barreracutánea y nunca olvidar el protector solar”, comenta. Además, destaca la importancia de complementar el cuidado externo con nutricosméticos ricos en antioxidantes y una dieta equilibrada. El impacto de los productos cosméticos contra la contaminación no es solo una cuestión de marketing. “Existen estudios que respaldan la eficacia de ingredientes como la vitamina C, E y los polifenoles en la protección contra los radicales libres y la mejora de la barrera cutánea”, asegura el experto. Asimismo, investigaciones más recientes apuntan al potencial del resveratrol y el extracto de ginkgo biloba en la defensa frente a contaminantes específicos, como hidrocarburos y metales pesados.
Para quienes habitan en grandes ciudades, la protección cutánea debe convertirse en un hábito diario. Además de una rutina cosmética bien diseñada, Muret aconseja adoptar medidas sencillas, como evitar fumar y limitar la exposición a zonas con altos niveles de contaminación. Al final, cuidar nuestra piel es más que un tema estético, es un paso hacia un bienestar integral en un entorno cada vez más desafiante.