En verano la vida social se multiplica gracias a las vacaciones. Es, además, una época en la que solemos prescindir del maquillaje. Para lucir un rostro descansando, radiante y más joven podemos recurrir a los tratamientos de medicina estética. Ahora es posible someterse a algunas técnicas que mejorarán la calidad de la piel y signos de la edad, como las arrugas.
La doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial, nos desvela las cuatro técnicas más demandadas para verse mejor.
-Toxina botulínica. Según la doctora Pérez Sevilla ''el bótox es el tratamiento estrella de en estas fechas, sobre todo para corregir las arrugas del contorno de los ojos y del entrecejo. En esta época, se marcan más las arrugas de esta zona, al entrecerrar los ojos para protegerse de la luz solar. La toxina botulínica tiene la capacidad de relajar las fibras musculares, permitiendo así controlar la excesiva contracción de los músculos que producen estas arrugas. Se aplica sobre los músculos faciales cuya acción deseamos disminuir. El bótox ayuda a prevenir que se quedan marcas blancas al tomar el sol si estamos mucho tiempo con la musculatura contraída. Aunque en esta época se demanda menos, el bótox también sirve para tratar las arrugas de la frente''.
-Mesoterapia con antioxidantes y vitaminas. Otro tratamiento que se puede realizar en verano y que ayuda a refrescar y rejuvenecer el rostro es la mesoterapia. La doctora explica que ''utilizamos tratamientos como los antioxidantes, las vitaminas y productos como el NH Glutation que revierten los marcadores del fotoenvejecimiento o envejecimiento solar. Realizar este tratamiento antes o durante el verano favorece que la piel se deteriore menos y sufra menos por la exposición solar y los cambios de temperatura''. La mesoterapia se puede aplicar mediante microinyecciones, pequeños depósitos que se reparten por todo el rostro y el escote, o infiltraciones en abanico, depósitos en líneas subdérmicas que se realizan con cánulas, con un único punto de entrada.
Para lucir un rostro descansando, radiante y más joven podemos recurrir a los tratamientos de medicina estética
-Peelings de verano. La doctora Gema Pérez Sevilla recuerda que ''el verano no es momento de recambios de piel agresivos, porque si son muy profundos se puede estimular el melanocito y pueden aparecer manchas. Pero sí se pueden hacer cambios de piel superficiales que, además de mejorar el aspecto de la piel (para lucir un rostro más luminoso y joven), van a ayudar a una mejor absorción de los protectores solares y de los nutrientes de las cremas hidratantes''.
La experta explica que este tipo de recambio celular superficial se puede realizar con dos tratamientos. Por un lado, con los peelings de verano en los que se suelen utilizar ácido láctico, glicólico, mandélico y fítico a concentraciones muy bajas, que permiten eliminar la epidermis envejecida o con manchas, sin un recambio importante de la piel. Los peelings de verano eliminan solo la capa superficial, pero también estimulan la capa basal, que es la que regenera la piel.
Por otro lado, con el Carbon Peel Flash, un tratamiento de renovación cutánea y estimulación de las capas más profundas que se realiza con carbón activado de origen vegetal, junto a la plataforma Synchro QS4 de DEKA y el láser dermatológico Q-switched. No tiene efectos secundarios y el resultado es inmediato: la tez está más luminosa, tersa y rejuvenecida.
-Limpiezas y mascarillas médicas. Por último, la doctora comenta que ''el verano es ideal para hacer tratamientos en cabina: limpiezas poco agresivas con ultrasonidos, para limpiar los poros, y aplicar después mascarillas médicas según el problema de cada piel. Por ejemplo, se pueden aplicar mascarillas despigmentantes, que tienen en su composición, ácido tranexámico, que permite evitar la pigmentación cuando la piel se broncea. Otro tipo de mascarillas perfectas para el verano son las de Factor G, que tienen factores de crecimiento que favorecen la recuperación cutánea, y las de vitamina C pura, con gran poder antioxidante y, por lo tanto, ideales para prevenir el fotoenvejecimiento''.