Invierno y confinamiento conforman la ''tormenta perfecta'' para acometer la corrección de poros abiertos, acné, marchitamiento fotoinducido, arruga fina o profunda, mancha difusa o circunscrita... Cualquier imperfección de la textura cutánea, que comprometa su luminosidad o relieve, puede mejorar con un peeling médico, que requiere protegerse del sol, pero consigue una piel nueva, con una renovación integral hasta la dermis.
PEELINGS SUPERFICIALES
Según Instituto Médico Láser, tratan la piel en superficie, sin pasar de la epidermis. Aunque alcanzan distinta profundidad, no trascienden las cuatro capas que la constituyen (capa córnea, estrato granuloso, estrato espinoso, capa basal). Son interesantes para renovar el estrato córneo en su totalidad, dejando aflorar una piel nueva, más saludable y luminosa.
Cualquier imperfección de la textura cutánea, que comprometa su luminosidad o relieve, puede mejorar con un peeling médico
Los peelings superficiales suavizan las imperfecciones, afinan la textura de la piel y reducen los poros, mejorando arrugas finas y manchas solares, sin eliminarlas completamente. Algunos son especialmente interesantes para problemas específicos como acné, exceso de secreción sebácea y foliculitis.
PEELINGS MEDIOS
Llegan hasta la superficie de la dermis papilar, en íntimo contacto con la epidermis. Obtienen resultados más eficaces en marcas de acné y problemas de pigmentación. Su alcance, mayor que los peelings superficiales, implican mayor corrección, pero también un tiempo de recuperación más prolongado, que cursa con eritema y discreta inflamación.
PEELINGS PROFUNDOS
Alcanzan la profundidad de la dermis papilar, eliminando todas las capas de la epidermis. Su nivel de corrección es tal, que eliminan arrugas superficiales, medias y profundas, logrando recuperar el fotoenvejecimiento de las pieles más estropeadas. Esta intensa renovación cutánea, induce una reestructuración de la arquitectura dérmica y más concretamente del colágeno, cuya importante retracción, cambia el signo de la flacidez.
Los peelings profundos deben realizarse por médicos con formación avanzada en este tipo de tratamientos, ya que no deben alcanzar la dermis reticular, comprometiendo la capacidad reparadora de la piel. Bien controlados, son los más eficaces en arrugas muy profundas de zonas con dermis gruesa, como las peribucales en la boca del fumador. Son, asimismo, los mejores para el rejuvenecimiento integral de pieles con intenso foto-daño.
Dado que el espesor de la dermis difiere según las regiones faciales o corporales, los peelings profundos no se realizan en párpados, cuello, escote o manos, zonas características de dermis fina.