¿Papada? Conoce el HIFU, el tratamiento no invasivo que te cambiará el rostro

El HIFU es una tecnología basada en ultrasonidos que está transformando los tratamientos de reducción de papada, evitando tratamientos quirúrgicos dolorosos y de larga duración

El HIFU, eficaz para tratar la papada (Foto. Canva)
El HIFU, eficaz para tratar la papada (Foto. Canva)
Carmen Bonilla
8 noviembre 2024 | 12:00 h
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La papada o grasa submentoniana es una de las principales preocupaciones estéticas para quienes buscan una apariencia facial más estilizada. Hasta hace poco, eliminar la papada significaba someterse a tratamientos quirúrgicos invasivos, dolorosos y de larga duración. Sin embargo, la dermatóloga y cirujana plástica Rosanna Betancourt, experta en tratamientos faciales no invasivos, explica que, gracias a tecnologías avanzadas como el ultrasonido microfocalizado (HIFU), es posible reducir la flacidez de esta zona sin necesidad de cirugía.

El HIFU, por sus siglas en inglés, es una tecnología basada en ultrasonidos que ha transformado los tratamientos de reducción de papada. Este sistema permite enfocar la energía en las capas profundas de la piel, llegando a las estructuras internas sin afectar la superficie. De esta forma, se activa la retracción de los tejidos y se combate la flacidez, promoviendo un efecto lifting que mejora la definición del contorno facial. Para muchas personas, representa una alternativa más cómoda y rápida, y con resultados que se pueden notar en la primera sesión.

Según la Dra. Betancourt, este tratamiento es especialmente eficaz porque actúa directamente sobre las estructuras debajo de la piel, como el sistema músculo-aponeurótico superficial (SMAS), el tejido graso y el tejido subcutáneo. Este enfoque profundo permite que el HIFU no solo elimine la grasa localizada en la papada, sino que también mejore la firmeza de la piel en todo el rostro. "Es una manera de tratar la flacidez facial global, obteniendo resultados naturales y duraderos", señala la especialista.

"Es una manera de tratar la flacidez facial global, obteniendo resultados naturales y duraderos"

Una de las mayores ventajas del HIFU es que no requiere anestesia local ni produce dolor, lo que hace que la experiencia del paciente sea mucho más cómoda en comparación con otros procedimientos. Además, quienes se someten a esta técnica pueden retomar sus actividades inmediatamente después, ya que no existe un periodo de recuperación. El tratamiento es rápido y accesible, sin los costes elevados y los riesgos asociados a la cirugía convencional.

Los pacientes suelen notar cambios visibles desde la primera sesión, aunque los resultados óptimos suelen consolidarse en las semanas posteriores, cuando el colágeno de la piel sigue regenerándose. A medida que avanza el tiempo, la piel se vuelve más firme y la papada se reduce visiblemente. Esta tecnología permite a los pacientes mejorar su imagen con un enfoque mínimamente invasivo y con efectos de larga duración.

Con la creciente demanda de tratamientos estéticos no invasivos, el HIFU se consolida como una opción popular entre quienes desean mejorar su apariencia sin pasar por quirófano. Para la Dra. Betancourt, este avance no solo desmitifica la idea de que la belleza requiere sacrificio, sino que ofrece una alternativa accesible y práctica para aquellos que buscan cuidar su aspecto de forma segura y eficaz.

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