El abultamiento grueso de tejido subcutáneo que cuelga bajo la barbilla, más conocido como papada, se ha convertido en uno de los mayores complejos del siglo XXI. Pero, ¿cuándo y por qué surge este problema estético? Es a partir de los 35 años cuando el hombre tiende a acumular grasa en esta zona, sobre todo, aquellos que tienen unos kilitos de más y un corto desarrollo mandibular.
''No todas las papadas tienen el mismo origen, ni se tratan por igual. Es de suma importancia realizar un buen diagnóstico previo antes de actuar. Sin él, el hecho de tratar a todas las personas por igual dará como resultado fracasos en el tratamiento, que no deseamos'', señala el doctor Ramón Calderón Nájera, de la Clínica FEMM.
No todas las papadas tienen el mismo origen, ni se tratan por igual
En este sentido, existen varias técnicas para acabar con este problema. Por un lado, la inyección Belkira, un procedimiento no invasivo. Estas inyecciones quema grasas consiguen una notable reducción de la papada. Es una técnica que evita el quirófano y da resultados a largo plazo ya que se precisan entre 2-3 sesiones. Durante la recuperación se notará la zona ligeramente inflamada en las dos o tres semanas siguientes.
Y por otro lado, la lipoescultura, que se realiza en quirófano y bajo anestesia local o sedación. Esta intervención no deja ningún tipo de señal o cicatriz ya que las canicas de aspiración se introducen a través de una micro incisión bajo el mentón. Sus resultados son visibles de inmediato y, además, no requiere de ingreso hospitalario. Como exclusividad para un pronta recuperación, esta técnica va acompañada de un programa de Radiofrecuencia Indiba antes y después de la operación, además de un circuito de frio llamado Hiloterapia que, a través de una máquina portátil que el paciente lleva a su casa, mantiene la zona en una temperatura ideal para mantener bajo control la inflamación y las posibles molestias del postoperatorio.