El tiempo pasa para todos, hay quienes con 30 años tienen un aspecto de 50; o quienes, con 50 parece que tienen muchos menos... Pero para poner remedio a esto, existe (y cada vez con más tecnología y precisión) la Medicina Estética.
Uno de los tratamientos estrella es la toxina botulínica o los rellenos, lo que nos ayudará a reducir las arrugas o remitir la flacidez del rostro. Pero, ¿cuándo hay que empezar a 'pincharse'? ¿Hay una edad mínima o máxima para hacerlo?
Según nos cuenta la dermatóloga Paloma Borregón, fundadora de la Clínica Kalosia, en 'La Huella de la Piel', "no hay una edad, todo depende del sol que nos haya dado".
En este sentido, la doctora explica que aunque se piense que la genética es lo que más influye a la hora de envejecer, lo cierto es que la "solo influye en el 30% del envejecimiento, el 70% restante es del exposoma, el sol, la polución, la falta sueño, el estrés y varios factores sobre los que podemos incidir".
De este modo, la clave para saber si es momento de recurrir a esos 'pinchazos' "es mirarte al espejo y cuando empieces a notar que las arrugas de expresión que hace unos años aparecían solo al sonreir o enfadarte; y empiezas a ver que están ahí sin necesidad de hacer el gesto, tienes que ir con mentalidad de que ya te toca".
Respecto al relleno, "no corre tanta prisa", pero para la doctora Borregón, es importante anclar a tiempo y "saber dónde colocar el relleno", para reducir esa flacidez, el surco nasogeniano y sujetar el tejido profundo, no solo el superficial.
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