Ozono, el aliado perfecto para borrar la celulitis

Es frecuente el desarrollo de celulitis en zonas predispuestas como muslos, glúteos, cara interna de muslos, brazos e incluso escote.

Celulitis (Foto. Freepik)
Celulitis (Foto. Freepik)
Estetic
19 abril 2021 | 12:00 h

El aumento del tejido adiposo se debe al engrosamiento y la multiplicación de los adipocitos. Cuando esto ocurre, es frecuente el desarrollo de celulitis en zonas predispuestas como muslos, glúteos, cara interna de muslos, brazos e incluso escote.

En su formación se distinguen varias etapas. Por un lado, el edema, que tiene su origen en un trastorno circulatorio periférico a nivel del tejido celular subcutáneo. Detritus celulares almacenados por falta de drenaje (urea, potasio, ácido láctico, agua), transforman el medio extracelular en un gel tóxico y espeso, que altera los fibroblastos y su producción de colágeno.

Por otro lado, la fibrosis, que se produce por una síntesis aumentada de material fibroso debido al medio intoxicado. Tractos multidireccionales deforman el tejido celular subcutáneo, traccionando la piel superficial hacia dentro.

Y, por último, la esclerosis, que es un agravamiento de la fase anterior. Se caracteriza por nódulos fibrosos que tiran hacia los planos más profundos, dando lugar a los hoyuelos característicos.

Es frecuente el desarrollo de celulitis en zonas predispuestas como muslos, glúteos, cara interna de muslos, brazos e incluso escote

Para combatir todo esto, desde Instituto Médico Láser (IML) apuestan por el ozono. Entre los muchos beneficios de este gas incoloro, tiene acciones antitóxica, antiparasitaria, antiviral y antifúngica.

Sobre la microcirculación, produce modificaciones sobre ciertas células de la sangre, en especial en los glóbulos rojos, que liberan oxígeno en el tejido. Sobre las grasas, activa su metabolismo, consiguiendo la degradación (catabolismo) y posterior liberación (lipolisis) de los ácidos grasos insaturados contenidos en los adipocitos.

El tratamiento tiene como objetivo normalizar la viscosidad del medio extracelular y mejorar el drenaje, comprometido siempre, en caso de celulitis. El ozono lo consigue en primera instancia porque ante su presencia, la grasa transforma su condición hidrófoba en hidrófila (soluble en agua) y así, resulta más fácil de metabolizar. En segunda, porque su acción sobre las paredes vasculares, los glóbulos rojos y la hemoglobina, se traduce en un mayor aporte de oxígeno al tejido.

La infiltración de ozono se realiza mediante microinyecciones subcutáneas, lo suficientemente profundas como para alcanzar la hipodermis, que es donde reside el tejido graso. Depositado lentamente por un especialista médico en la zona a tratar, se inyecta de forma espaciada, con 1,5 o 2 centímetros de distancia. La aplicación dura unos 15 minutos y concluye con un masaje que asegura la difusión óptima del ozono en la zona.

A corto plazo se aprecia una mejoría en la calidad de la piel, que se muestra más lisa y elástica. Según avanza el tratamiento, se observa un alisamiento del relieve cutáneo y una mayor firmeza del tejido, así como una pérdida de volumen en las zonas tratadas. No hay riesgo de alergias ni de hiperpigmentaciones.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído