El rostro es una de las partes de nuestro rostro que más nos preocupan. Es quien refleja nuestras emociones: como nos sentimos, si estamos más o menos felices, si estamos cansados, tenemos sueño o estamos descansados. Es por ello, que cuidar del mismo resulta fundamental para que siempre luzca perfecto.
En este sentido y cada vez más, están surgiendo tratamientos faciales. Desde Yvette Pons, han lanzado una nueva terapia ‘YV-Lyfth’ diseñada para mejorar el aspecto de la piel, el envejecimiento y su eje corporal con solo el poder de las manos.
Es un método totalmente natural, innovador, único y muy efectivo que recorre columna, diafragma, escápulas, hombros, cervicales, escote, nuca, cuello, rostro, cráneo y contorno de los ojos, para frenar, mejorar y en algunos casos eliminar el descolgamiento muscular, la flacidez tisular, las líneas de expresión, los cambios morfológicos óseos, la falta de luminosidad de la piel y a la vez mejorar el eje corporal a través de la corrección biomecánica, desde el sacro y las respiraciones diafragma-torácicas, cuya incorrección funcional influye en el avance de los cambios estructurales del rostro.
El número de sesiones puede variar según sexo, edad y grado de envejecimiento
Actúa directamente sobre la estructura anatómica y fisiológica que con los años va debilitándose y menguado, no tan solo por la edad cronológica, sino también por factores internos, emocionales y externos, que aceleran y desgastan las células prematuramente.
El número de sesiones puede variar según sexo, edad y grado de envejecimiento. Aunque los resultados se aprecian desde la primera sesión, se recomiendan entre seis y 12 sesiones, dos sesiones por semana es lo ideal.
RESULTADOS ESTÉTICOS
Entre los resultados estéticos que se consiguen después de realizarse este tipo de tratamiento facial, se obtienen entre otras cosas: equilibrar la posición de la pelvis, alinear la columna, las cervicales y su eje, mejorar la respiración y el funcionamiento visceral, alarga el cuello, remodela todo el óvalo facial, reafirma la musculatura, eleva las cejas, mejora la morfología ósea del rostro, regula la oxigenación, hidratación y nutrición de la piel, elimina las toxinas de los tejidos, aumenta la iluminación de la piel, disminuye las arrugas de la piel, eliminas las líneas de expresión superficiales y devuelve el grosor al tejido.