Muchos se preguntan por qué unos cabellos son más grasos que otros; todo reside en el funcionamiento de las glándulas sebáceas, que se encuentran en la piel y también en el cabello. En el caso de la melena, estas glándulas producen, segregan y depositan sebo en los capilares. El sebo acumulado en el cuero cabelludo se produce de forma natural mediante ceras y grasas neutrales, con propiedades grasosas y aceitosas.
Asimismo, el sebo es necesario para nuestro organismo, pues la grasa se encarga de evitar la sequedad y proteger la piel de las agresiones externas; es un buen lubricante y protector del cabello.
En el caso de los cabellos grasos, las glándulas sebáceas están más activas y pueden producir más grasa de lo normal. Hay algunos factores que intervienen como el sexo y la edad. Este exceso de grasa puede ensuciar el cabello y el cuero cabelludo dejándolo más brillante, más untuoso y con un aspecto más lacio y apelmazado. Una sensación de sucio que no es agradable para las personas con tendencia a pelo graso.
Muchos se preguntan por qué unos cabellos son más grasos que otros; todo reside en el funcionamiento de las glándulas sebáceas
En este sentido, los expertos de Freshly Cosmetics nos dan los mejores consejos para cuidar el pelo graso de manera adecuada.
1. No frotar el cabello en exceso. Se recomienda un lavado suave acompañado de movimientos circulares durante un minuto, ¡así se activará la circulación!
2. Vinculado al punto anterior, para conseguir una limpieza suave, evitar los sulfatos. Los sulfatos son los conocidos detergentes que limpian de forma agresiva el cabello llevándose por delante los aceites naturales que nuestro cabello necesita, lo que obliga a las glándulas sebáceas a producir más sebo. Por eso lo mejor es optar por un champú sin sulfatos.
3. Lo mismo ocurre con la frecuencia de los lavados. Cuantos más lavados, más grasa genera el cabello. Un círculo vicioso del que no podrás salir. ¡Espaciar los lavados y evitar las siliconas y los sulfatos a diario!
4. Lacas, ceras, gominas… evitar estos productos de fijación, que aunque estilizan el cabello, lo que están haciendo es ensuciar más las fibras capilares.
5. Utilizar un champú para regular la secreción de sebo que aporte volumen y fuerza. Apostar por activos naturales que fortalezcan la raíz y mejoren la salud de tu cabello como el té rooibos o el castaño de indias, este último combate los problemas de seborrea.
6. Lavarlo con agua tibia, para abrir la cutícula y permitir que se elimine la grasa y los residuos de productos. El agua caliente abrirá la cutícula en exceso y estropeará tu cabello y por el contrario el agua fría no limpiará el cabello en profundidad.
7. Emplear aceites esenciales como el de menta ya que equilibra el cuero cabelludo. El mentol natural tiene un gran efecto calmante en el cuero cabelludo, siendo especialmente indicado en los más sensibles. Además, su efecto refrescante permite reducir las irritaciones y el enrojecimiento, característico de cabellos grasos.
8. Tocarse el cabello constantemente es un gesto que ensucia el cabello más rápidamente.
9. Tener cuidado con los hábitos alimenticios. Los alimentos grasos pueden vincularse a un exceso de producción sebácea, véase alimentos con grasas saturadas como quesos, margarinas, aceites vegetales como el de girasol, embutidos o salsas como las mayonesas contienen también una gran cantidad de aceite.