El pasado 29 de abril, Silvia Idalia Serrano se sometía a una operación estética en la clínica madrileña Ceme. Reducción de pecho, liposucción en flancos y abdomen, y transferencia a glúteos, así era la triple intervención a la que fue sometida la joven de 34 años.
Después de la operación, la joven que vivía en Palma fue dada de alta, habiendo logrado tener el cuerpo que quería, sin embargo sufrió una infección y tuvo que ser ingresada en el Hospital de La Paz días después. Allí ha pasado los últimos tres meses en coma inducido, hasta que ha fallecido en la madrugada del domingo 30 de julio.
El caso fue denunciado por la familia de la joven y está siendo tratado por el Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid que mantiene investigados a dos facultativos y a la propia clínica por un posible delito de lesiones por imprudencia en este caso.
Los familiares de Silvia denunciaron que la joven desde un primer momento que recibió el alta estuvo en contacto con la clínica, ya que se quejaba de “fuertes dolores, fiebre, mareos, vómitos, desmayos e hinchazón” y que la respuesta desde el centro fue que todo entraba dentro de la normalidad.
El Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid mantiene investigados a dos facultativos y a la propia clínica por un posible delito de lesiones por imprudencia en este caso
Ahora, la familia de la joven, según ha podido saber este medio, se queja de la “dejadez” postoperatoria a la que fue sometida la joven, que en reiteradas ocasiones se acerco hasta la clínica en búsqueda de una solución a sus fuertes dolores y piden que se “lleve a cabo una investigación rigurosa con las practicas de la clínica Ceme”, al saber que existen más pacientes que al igual que Silvia se han debatido entre la vida y la muerte. La familia de Silvia pedirá que el juez investigue al cirujano y a la clínica por homicidio imprudente.
LA VERSIÓN DE LA CLÍNICA
Desde la clínica han mantenido en todo momento su defensa y versión de los acontecimientos. Al comienzo de esta larga historia, el abogado de la clínica CEME reconocía para Estetic.es que “había cosas que no eran verdad y eran clamorosas”. Además, desde el propio centro reiteraban que cuando la joven ingresaba en el hospital los médicos no detectaron lo que era porque la infección aún no había florecido y apareció al día siguiente.
Ahora, un informe pericial ha descartado 'mala praxis' en la cirugía a la que se sometió Silvia. En el informe, se detalla que la paciente sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante que es "excepcional" tras los procedimientos de cirugía plástica, y cuyas bacterias "no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitario, sino procedentes de la microbiota (flora) de la paciente".
Además, en dicho informe se ha concluido que "no se deduce infracción de la lex artis médica en los profesionales sanitarios que atendieron a la paciente hasta su traslado al Hospital La Paz".