La alopecia capilar y la caída del cabello se han convertido en una de las grandes preocupaciones de hombres y mujeres. Cuidar de la imagen personal de uno mismo es fundamental para sentirse bien y por eso, la demanda de los tratamientos para el cuero cabelludo y el pelo han aumentado hasta en un 30% después de las vacaciones.
En este sentido, la micropigmentación capilar parece haberse convertido en una alternativa más económica, pero con los mismos resultados que un trasplante capilar para aquellas personas que sufren problemas de alopecia. Pero, ¿en qué consiste esta técnica? ¿Cómo hay que prepararse? ¿Es necesario cuidar el pelo de una determinada manera después?
Desde Top Doctors señalan que “la micropigmentación capilar es una técnica que se basa en la inyección de pigmentos bajo la piel, normalmente en el cuero cabelludo, con el fin de otorgar una mejor apariencia en aquellas zonas en las que el paciente sufre alopecia”.
Este tipo de tratamientos también se pueden realizar en otras zonas del cuerpo como el pecho, el labio o las cejas
Además del cabello, este tipo de tratamientos también se pueden realizar en otras zonas del cuerpo como el pecho, el labio o las cejas. Este tratamiento no es permanente, ya que en función de la calidad de la piel la micropigmentación puede durar en torno a dos o tres años.
Se necesitan entre dos y tres sesiones para conseguir los resultados deseados y siempre se hace bajo anestesia local, aunque es completamente indoloro.
PREPARACIÓN Y CUIDADOS
En principio no se necesita una preparación especial antes de someterse a un proceso de micropigmentación capilar. En este caso, el paciente debe estar totalmente informado del funcionamiento de la técnica, de su duración y de su resultado final.
Después de la micropigmentación, lo más habitual es ver como el cuero cabelludo se comience a ver inflamado. También es normal, ver como durante los primeros días aparecerá una especie de costra que, aunque a simple vista puede parecer que tiene un color oscuro, lo cierto es que después irá aclarándose con el paso de los días.
Durante los cinco días posteriores al tratamiento es importante seguir una serie de recomendaciones para evitar que el resultado final se vea afectado:
Evita la exposición solar de manera prolongada. En caso de que lo hagas en verano y tengas que salir a la calle, opta por hacerlo en las horas con menos sol o utilizar gorras o sombreros
Evita la sudoración excesiva, siempre que sea posible
En caso de ducharte, aunque no está recomendado, no apliques champú sobre la cabeza, tan solo agua y después no frotes la toalla
Evitar tocarlo o rascarte
Nada de baños, saunas o piscinas
Estas recomendaciones se deben extender durante los 10 días siguientes y será a partir de la tercera semana, cuando de manera progresiva se pueda exponer a los rayos ultravioletas, pero siempre manteniendo el cuero cabelludo hidratado.