Las cejas son una de las partes del rostro que más nos obsesionan. Será porque durante años se han convertido, junto a los ojos, en las claras protagonistas de nuestras caras o porque cuentan con la facilidad de cambiar por completo nuestra expresión. El aspecto de una persona puede cambiar radicalmente según la forma de sus cejas. Un buen diseño puede sacar el máximo partido a las facciones del rostro, resaltando los ojos y consiguiendo mayor protagonismo de la mirada. Tanta es la obsesión que tenemos con ellas, que cada vez son más frecuentes las tendencias ‘beauty’ relacionadas con ellas, desde estilos determinados de llevarlas, hasta tratamientos para tenerlas como siempre habíamos deseado.
Uno de los tratamientos más demandados es el ‘microblading’. Como sabemos que ahora mismo tendrás miles de preguntas al respecto, hemos hablado con Cristina Álvarez experta en estética y cofundadora de los centros Cristina Álvarez, que nos ha resuelto todas nuestras dudas.
“El microblading es una técnica de pigmentación semipermanente que se utiliza para crear la ilusión de unas cejas más pobladas y definidas, con un aspecto natural y un diseño favorecedor, según las características de cada rostro”, explica Cristina. “La sesión suele durar unos 30 o 40 minutos y los resultados mantenerse, según cada caso y tipo de piel, de uno a tres años, aunque es cierto que la tinta se desvanece más rápido en pieles grasas”, continua explicando.
Muchas veces surge la duda por saber si el microblading es lo mismo que un tatuaje. La experta en estética lo deja claro, es una técnica muy parecida, pero que a la vez cuanta con algunas diferencias. “La diferencia con respecto al tatuaje es que el microblading es mucho más natural ya que utiliza una herramienta manual para dibujar los trazos del cabello, ‘pelo a pelo’. Para conseguir este acabado se combina una aguja de una punta, para simular más vello, y otra de cinco puntas para sombrear y que se vean más pobladas”.
Las cejas se han convertido en las protagonistas de nuestro rostro por eso cada vez son más frecuentes las técnicas como el ‘microblading’
Álvarez advierte que no es una técnica recomendada para todo el mundo, por eso se debe realizar antes un estudio y diagnostico. “Como siempre, realizamos un diagnóstico previo para asegurar que esa persona puede optar al tratamiento. Está contraindicado cuando se padece alguna patología cutánea o dermatitis alérgica o se padecen enfermedades como diabetes, por ejemplo”. Además, tampoco se puede realizar esta técnica sobre pecas, lunares, verrugas o melanomas.
Igual que no es recomendada para todo tipo de pacientes, tampoco se aplica igual en cada uno de ellos. Para ello, tal y como explica Cristina se realiza un estudio de visagismo, analizando la forma de la cara y sus rasgos, además del dibujo y el tono de cada ceja.
“Una vez se tienen claros los puntos de referencia anatómicos, se simula el diseño primero con lápiz, para ver cómo será el resultado final, y una vez definido se elige el pigmento que mejor coincide con el color natural del pelo”, sentencia.