¿Quién no ha escuchado a hablar de la maderoterpia en algún momento de su vida? Se trata de es un tratamiento que consiste en minimizar la retención de líquidos, tratar la grasa localizada, y estimular la producción de elastina, además de ofrecer resultados y sensaciones únicas.
La maderoterapia corporal ya ha demostrado ser uno de los tratamientos estrella favorito para todos aquellos que quieren una puesta a punto de su cuerpo. Ahora también ha aparecido en escena la maderoterapia facial, que está llamada a ser el nuevo tratamiento para el rostro gracias a los grandes resultados que asegura.
A día de hoy, hay multitud de tratamientos para llegar a conseguir la imagen deseada sin someterse a una operación quirúrgica y con innumerables beneficios que van más allá del mero tema estético. Descongestión, relajación y un efecto “buena cara” al instante que hará de este tratamiento, el nuevo “must” de los que quieren lucir su mejor rostro.
Según palabras de Cristina Álvarez, experta en belleza “la maderoterapia facial ha demostrado tener unos beneficios incalculables. Estamos viendo que los resultados que obtienen nuestros pacientes son muy positivos y que una vez que lo prueban, se convierte en su tratamiento facial de cabecera”.
Es un tratamiento apto para todo el mundo, natural y no invasivo, excepto en pieles que pueden sufrir problemas como dermatitis atópicas o alérgica, erupciones cutáneas o herpes
A diferencia del tratamiento con maderoterapia corporal, que tiene como objetivo eliminar volumen y celulitis, la función del facial es estimular y recolocar los músculos del rostro, reafirmarlos y con esto prevenir posibles futuras arrugas. También remodela el óvalo de la cara produciendo un efecto lifting, estimula el riego sanguíneo aumentando el aporte de nutrientes y oxígeno con un incremento de los niveles de colágeno y elastina, lo cual permite que la piel se regenere.
UN PROTOCOLO DISPUESTO A QUEDARSE
Los instrumentos utilizados, no son solo más pequeños, sino que producen una inmensa sensación de bienestar y relajación a partir de movimientos envolventes y una pequeña sensación de presión.
Un rodillo doble estriado que se usa para reafirmar combatir las arrugas más profundas, se activa la remodelación del óvalo y se reduce el doble mentón.
Una copa sueca que estimula la compactación dérmica.
Una pala moldeadora cuya finalidad es drenar y movilizar las toxinas.
Un rodillo con estrías pequeño para activar la microcirculación periférica. Se utiliza para trabajar las arrugas más finas y el contorno de ojos.
Un utensilio de bolas, cuyo objetivo es conseguir una relajación muscular y suavizar arrugas.
La maderoterapia facial es un tratamiento apto para todo el mundo, natural y no invasivo, excepto en pieles que pueden sufrir problemas como dermatitis atópicas o alérgica, erupciones cutáneas o herpes.