Los problemas que pueden aparecer en la piel son muchos y muy variados: manchas, granitos e imperfecciones, pérdida de tono y textura, líneas de expresión… Para tratar de corregirlos, es esencial mantener una rutina cosmética constante, en la que la limpieza y la hidratación de la piel son pasos fundamentales. Sin embargo, podemos recurrir a los tratamientos profesionales para obtener unos resultados mejores y más rápidos y entre ellos destaca la Luz Pulsada Intensa o IPL, por sus siglas en inglés.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?
La Luz Pulsada Intensa es un tratamiento no invasivo y seguro que utiliza pulsos de luz de alta intensidad para penetrar en las capas profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina y la regeneración cutánea. El procedimiento consiste en la aplicación de un haz de luz muy similar al láser, en los puntos de la piel objetivo, y la frecuencia de la intensidad se adapta a las necesidades de cada paciente.
El proceso de aplicación es rápido y no va más allá de los 20 o 30 minutos, en función del área a tratar. Además, no produce sensación de dolor, únicamente puede provocar una pequeña quemazón o pinchazo en el momento de la descarga, pero es algo mínimo y momentáneo. Después del tratamiento, la piel suele mostrarse ligeramente enrojecida o inflamada como efecto secundario, unos síntomas que desaparecerán a las pocas horas.
¿PARA QUÉ PROBLEMAS DE LA PIEL SE UTILIZA?
La Luz Pulsada Intensa se utiliza principalmente como tratamiento facial para mejorar distintos problemas, entre ellos, los efectos de la edad. Al regenerar las fibras de colágeno y elastina de los tejidos cutáneos, proteínas encargadas de darle firmeza a la piel cuya producción natural disminuye con el paso del tiempo, el IPL es eficaz para mantener a raya las arrugas finas y las líneas de expresión.
Pero no sólo sirve para el rejuvenecimiento facial, también trabaja las manchas de la piel, tales como las provocadas por el sol, las pecas, el melasma o las marcas del acné. Los pulsos de luz que penetran en la piel destruyen los melanocitos producidos en exceso por el organismo, al absorber el calor del tratamiento. Posteriormente, se trasladan a la superficie de la piel para ser eliminados de forma natural con el resto de células muertas. Por lo tanto, este tratamiento puede aplicarse en rostro, cuello, escote, manos y otras zonas corporales con manchas solares.
Una aplicación de la Luz Pulsada es su capacidad para eliminar el vello corporal (o facial) no deseado
Además, el IPL funciona muy bien para tratar la rosácea, puesto que la energía de la luz también actúa sobre el enrojecimiento sin dañar el tejido colindante, así como las lesiones vasculares, ya que impacta de igual manera en la hemoglobina contenida en la sangre de los vasos sanguíneos afectados. Esto convierte al IPL en un tratamiento ideal para otras zonas del cuerpo, por ejemplo, en las piernas, para mejorar la apariencia de las arañas vasculares.
Otra aplicación de la Luz Pulsada es su capacidad para eliminar el vello corporal (o facial) no deseado, de forma similar al láser. Los haces de luz emitidos se dirigen a los folículos pilosos, calentándolos y destruyéndolos sin dañar la piel circundante, de tal forma que es posible reducir el crecimiento del vello a través de repetidas sesiones. Esta es una alternativa menos dolorosa y más versátil, ya que es ajustable para tratar diferentes tipos de piel y colores de vello.
DURACIÓN DEL TRATAMIENTO Y RESULTADOS
La duración del tratamiento con Luz Pulsada Intensa puede variar significativamente dependiendo de varios factores, incluyendo el tipo de piel, la condición a tratar y la respuesta individual de cada paciente. Generalmente, un tratamiento estándar de IPL puede requerir entre 4 y 6 sesiones, espaciadas entre 3 a 4 semanas. Esto permite que la piel tenga tiempo suficiente para recuperarse entre sesiones y que se maximicen los resultados del tratamiento. En cualquier caso, e especialista marcará los plazos para cada persona.
Conviene consultar con el especialista la rutina cosmética a seguir durante los próximos días a las sesiones de IPL
Respecto a los resultados, lo cierto es que requieren su tiempo. Normalmente se hacen visibles después de la segunda o tercera sesión, cuando la piel cumple con los tiempos de regeneración. No obstante, es posible combinar la Luz Pulsada Intensa con otras opciones de tratamiento, como los peelings químicos o microdermoabrasión, con el objetivo de potenciar y agilizar el efecto en la piel.
INDICACIONES Y CUIDADOS POSTERIORES
Tras salir de una sesión de IPL, es muy importante evitar la exposición solar directa, ya que la piel se encuentra más sensible de lo habitual y aumenta el riesgo de hiperpigmentación (es decir, uno de los efectos contrarios a los que busca el tratamiento). Esta medida debe ir acompañada de la aplicación de fotoprotección con factor de protección elevado durante varias veces al día, para minimizar los riesgos por el daño solar. También hay que mantener la piel limpia e hidratada para que el tejido cutáneo no se reseque ni muestre más sensibilidad.
Adicionalmente, conviene consultar con el especialista la rutina cosmética a seguir durante los próximos días, puesto que se recomienda interrumpir la aplicación de ciertos ácidos o cosméticos de capacidad irritante, como pueden ser el ácido glicólico o el retinol. Asimismo, antes de proceder con la Luz Pulsada Intensa, es imprescindible obtener la valoración clínica del dermatólogo para saber si es un tratamiento adecuado para nuestra piel.