Los tratamientos de medicina estética están en auge. Entre las causas de este incremento están los avances médicos, técnicos y tecnológicos, que hacen que los resultados sean mejores, y los tratamientos más rápidos y eficaces a la hora de realzar la belleza natural.
"Si queremos naturalidad hay que huir de las "caras clónicas" y lo que te va bien a ti no tiene por qué irme bien a mí y en segundo lugar elegir el profesional adecuado que sepa reconocer en mi cara cuál o cuáles son mis puntos débiles y cómo detectar esos puntos que revelan la esencia de cada belleza en particular", ha destacado el doctor Moises Amselem.
A la hora de elegir el producto adecuado es importante tener en cuenta diversos factores tales como necesidad de hidratación de la piel o la reposición de volúmenes perdidos
Para el doctor, "ponerse en manos de un buen profesional y un excelente centro médico estético, que te informe al completo del objetivo a conseguir, en qué plazos y hasta dónde es esencial. Antes de un buen tratamiento, lo primero es un diagnóstico certero. Evaluar tu piel en cuanto imperfecciones, sensibilidad, grado de hidratación, densidad y decidir qué procedimiento será el más adecuado".
A la hora de elegir el producto adecuado es importante tener en cuenta diversos factores tales como necesidad de hidratación de la piel, reposición de volúmenes perdidos, frenar la expresión con toxina botulínica, o evitar efectos compensatorios derivados de la pérdida de volumen.
HERRAMIENTAS BÁSICAS EN MEDICINA ESTÉTICA
Por ello, aquí tenéis las herramientas básicas en toda consulta de medicina estética para restar años al envejecimiento.
Toxina botulínica: relajar la expresión siempre y cuando esté indicado por un profesional, te dará un aspecto de cara luminosa y descansada, te reducirá el aspecto brusco del entrecejo que denota enfado y te permitirá sonreír de forma natural sin que se te aprecien esas "patas de gallo" tan intensas. Como norma general, siempre deben estar los volúmenes conservados y si no, habría que reponerlos previamente con alguna sustancia de relleno. Su duración estará entre los 4 a 6 meses. En ocasiones, y debido a personas con líneas de expresión muy marcadas, el botox no tiene edad a la hora de utilizarse.
Ácido hialurónico: hace unos 17 años que se utiliza en medicina estética, convirtiéndose en la herramienta más eficaz para un rejuvenecimiento integral del rostro. Consigue dar un aspecto de frescor y naturalidad al rostro. Al ser una sustancia que tenemos en nuestra piel y cartílagos entre otros y que, junto al colágeno y la elastina, constituyen las que mantienen la hidratación, firmeza y turgencia en la piel , es imprescindible su pérdida con el tiempo, y por ello, se inyecta en un gel que se obtiene en laboratorio por fermentación bacteriana. Existen diversas densidades del producto en base a su concentración y reticulación, ya que no es lo mismo hidratar la piel o quitar una fina arruga que reponer un volumen importante o dar un efecto de "lifting facial no quirúrgico". Las indicaciones son múltiples, como: relleno de arrugas, nutrir la piel, corregir imperfecciones, retensar estructuras, aportar volumen, etcétera. Es importante no combinarlo con radiofrecuencia, ya que ésta última desestructuraría la molécula de ácido hialurónico. Está relativamente contraindicado su uso en algunos procesos autoinmunes y su duración de efecto en término medio está entre los 6 a 9 meses.
Inductores de colágeno: son sustancias que tal y como su nombre indica, estimulan a las células de la piel a producir nuestro propio colágeno. Esto no es un proceso automático, sino que requiere de unos 4 meses para evidenciar objetivamente el efecto, por lo cual le suelen añadir en la misma jeringa, otra sustancia que es una cadena de azúcares como el ácido hialurónico y que proporciona un efecto inmediato hasta hacerse evidente la generación del nuevo colágeno. Hay cuatro principalmente: Hidroxiapatita cálcica, policaprolactona, polidioxanona y ácido poliláctico, estos dos últimos, también disponibles en forma de hilos tensores y en todos ellos, la duración media de efecto se estima alrededor de un año. Revitalizar la piel para recuperar las pérdidas de cada día con los tratamientos con inductores de colágeno, la edad ideal sería de los 25 a los 35 años.
Hilos tensores: muy popularizados hoy día para dar efecto tensor sin agregar volumen al rostro. Los hay en diferentes formatos: con conos, espiculados, trenzados, en 360 grados, etc. Siempre será recomendable si los volúmenes están respetados, si no, al igual que con la toxina, deberá procederse primero a la restitución de volumen con hialurónico o inductores y al poco tiempo, plantear el uso del hilo. La edad ideal sería a partir de los 35 años, cuando los primeros signos de envejecimiento son evidentes.
Combatir las manchas: Tanto las oscuras, producidas por acúmulo de melanina, ya sea en forma difusa (melasma) o localizada (léntigo), como las rojizas, también en forma difusa (rosácea) o localizada (cuperosis), ambas se pueden tratar mediante máscaras de LED o con IPL (luz pulsada intensa). También se podría valorar la opción de peelings de distinta intensidad siempre y cuando, no haya muchas rojeces en la cara o cuando la piel no sea muy sensible. Recientemente han aparecido unos péptidos que se inyectan a modo de vitaminas y que consiguen clarear de forma evidente los melasmas en tan sólo dos sesiones, espaciadas dos semanas.La edad para tratar las manchas no tiene ni género ni edad. Desde problemas hormonales o por causa del fotoenvejecimiento, suele ser un tratamiento que se puede realizar desde los 18 años en adelante.
Complejos vitamínicos: conjunto de vitaminas, aminoácidos, ácidos nucleicos, péptidos, etc, con o sin ácido hialurónico que, de forma mantenida y progresiva, aportan nutrición profunda a la piel. Se suelen hacer a demanda en cualquier persona, sexo o época del año. Para una revitalización completa de la piel, la edad correcta sería de los 25 años a los 30 años.
Por último, el doctor ha advertido de la importancia de realizarse estos tratamientos con profesionales médicos de nivel, que utilicen siempre sustancias reabsorbibles, nada de permanentes o semipermanentes, con su marcado CE pertinente. "Dar información al paciente sobre los productos y los tratamientos que te vayan a realizar , así como el protocolo es esencial", ha finalizado Amselem.