El acné es uno de los problemas cutáneos que más preocupa a la población. Según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el 95% de los españoles lo ha sufrido en algún momento de su vida en alguno de sus grados. Aunque lo ideal es recibir la valoración de un dermatólogo para entender cuáles son sus causas y poder seguir el tratamiento adecuado, no siempre es posible prevenir el riesgo de aparición de cicatrices. Y la apariencia estética que dejan en el rostro es motivo de preocupación para muchos pacientes, quienes buscan una solución para recuperar su piel.
Debido a la inflamación que provocan los granitos en la piel, el acné deja unas cicatrices de aspecto deprimido y hundido, denominadas ‘atróficas’, “por el anclaje fibroso de las fibras de colágeno y las fibras elásticas”, explica para Estetic la Dra. Fátima Moreno Suárez, dermatóloga y miembro de Doctoralia. Ese tipo de cicatriz de apariencia hundida es de las más complicadas de eliminar, aunque afortunadamente, la tecnología ya nos ofrece un tratamiento revolucionario que mejora notablemente la apariencia estética del rostro con cicatrices atróficas: el láser CO2 fraccionado.
¿CÓMO FUNCIONA EL LÁSER CO2 FRACCIONADO?
El láser CO2 fraccionado se ha posicionado como una de las opciones más demandadas para combatir las cicatrices de acné. Tal y como nos explica la dermatóloga, se trata de “un dispositivo láser que emite una luz de una longitud de onda de 10.600 mm de forma fraccionada. El haz de luz se divide en numerosos haces que impactarán dentro del área a tratar, dejando columnas de piel tratadas, intercaladas con columnas de piel normal”. El objetivo del impacto es el agua de los tejidos, lo que permite “la eliminación instantánea del agua tisular y la fulguración de la zona de impacto”.
"Todo depende del tipo de cicatrices y de la extensión de las mismas"
En definitiva, la doctora nos explica que este tipo de láser “’quema’ la zona donde impacta la luz por evaporación del agua”. Esa acción provoca una herida, que vivirá un proceso de re-epitellización para formar una piel nueva cuando se desprenda la costra. Por todo ello, la técnica está es de especial interés en el tratamiento de cicatrices de acné, especialmente en las de tipo ‘icepick’ o ‘picahielos’, que son “las más profundas y estrechas”, mayoritariamente asociadas al acné quístico.
Aunque no podemos decir que esta tecnología presente una efectividad del 100%, sí que es una de las más eficaces para tratar las cicatrices por acné. “Esta técnica consigue una mejoría notable de las lesiones, aunque todo depende del tipo de cicatrices y de la extensión de las mismas”, subraya la experta en la salud de la piel, recordando también que a cada paciente se le programa un tipo de aplicación o disparo láser distinto, según como sean las lesiones a tratar. “En muchas ocasiones será necesaria la combinación de otros tipos de láser o infiltración de ácido hialurónico para conseguir mejores resultado”, indica la Dra. Moreno.
NÚMERO Y FRECUENCIA DE SESIONES
No se puede establecer un número concreto de sesiones para un paciente que se somete al láser CO2 fraccionado, ya que eso “dependerá de la severidad de las cicatrices y de la intensidad del tratamiento”, señala la dermatóloga. Sin embargo, la mayoría de los casos suelen requerir entre 1 y 3 sesiones, siendo lógico esperar que, a mayor profundidad de la cicatriz, más número de sesiones se necesitarán, según nos cuenta la experta. Respecto al tiempo de recuperación, también dependerá de la técnica empleada, ya que el periodo de enrojecimiento y de las costras será variable. No obstante, por lo general las sesiones se espacian de 2 a 4 meses.
Aunque el láser CO2 fraccionado sea una de las opciones actuales más eficaces para remediar las cicatrices de la piel, no todas las pieles podrían someterse a este tratamiento. Llegados a este punto, la dermatóloga recuerda que “es importante la evaluación inicial del paciente por parte del especialista para que descarte ciertas patologías o circunstancias”, como pueden ser esclerodermia, presencia de lesiones del tipo quemaduras, antecedentes de mala cicatrización, la ingesta de fármacos fotosensibles (como la isotretinoína) y mujeres lactantes o en periodo de gestación. Esta técnica tampoco está indicada en casos de acné activo.
“Se debe pautar una rutina cosmética personalizada según el tipo de piel”
Una vez que el paciente haya recibido el tratamiento, debe seguir unos pasos básicos de cuidado. El dermatólogo le recomendará la aplicación de cremas antibióticas y cicatrizantes para completar el proceso de recuperación cutánea y, una vez que las heridas hayan curado, “se debe pautar una rutina cosmética personalizada según el tipo de piel”. Consistiría en “la aplicación por las mañanas de activos antioxidantes como la vitamina C y posteriormente una adecuada fotoprotección solar. Por las noches introduciremos activos transformadores como el ácido glicólico o el retinol que permitan una renovación celular epidérmica y una estimulación del colágeno dérmico sostenida en el tiempo”, concluye la doctora.
Por último, la Dra. Moreno quiere incidir en que, aunque el láser CO2 es eficaz y está indicado para las cicatrices de acné, “ningún tratamiento es el mejor para todos”. El tipo de cicatriz, de piel y de la gravedad de la lesión completarán la valoración clínica por parte del dermatólogo. También recuerda que “normalmente, la combinación de tratamientos puede mejorar la apariencia de las cicatrices”. Teniendo en consideración las palabras de la experta, no dudes en acudir al dermatólogo ante cualquier problema con tu piel. Cada paciente y cada caso son únicos y sólo el especialista garantizará el tratamiento adecuado y más seguro.