Cuidarse la piel es fundamental los 365 días del año, pero si hay una época que destaque sobre las demás, esa es el otoño. Y es que, tras el verano, los meses de septiembre y octubre son claves para mimar la piel, ya que el sol, el cloro, el calor y los malos hábitos del verano han hecho que nuestro órgano se exponga a una deshidratación y un envejecimiento más acelerado de lo habitual.
En este sentido, el principal problema que presenta nuestro rostro después de las vacaciones es la deshidratación, sobre todo a causa del sol, ya que provoca fotoenvejecimiento y desencadena la acción de los radicales libres que son los causantes de las arrugas y de la flacidez cutánea.
''Debemos revertir la ''cara B'' del verano, no todo puede ser perfecto y debemos renovar nuestra piel a través de tratamientos cuyo objetivo sea la eliminación de manchas y la hidratación y oxigenación intensiva, para recuperar la piel de los daños solares'', explica Marina Rulló, directora de los centros de Estética RAME.
Así, el peeling sigue siendo el tratamiento estrella, permite descubrir las capas más profundas de la piel y dejarla más homogénea, fresca y luminosa. Además también suaviza las arrugas, trata manchas y cicatrices de acné al mismo tiempo que mejora la textura y el tono, y estimula la producción de colágeno y elastina. Sin embargo, para que un peeling resulte exitoso debemos personalizarlo, ya que cada rostro habla y según el tipo de piel exige unos cuidados.
El principal problema que presenta nuestro rostro después de las vacaciones es la deshidratación, sobre todo a causa del sol, ya que provoca fotoenvejecimiento
Para la piel sensible, que inicialmente parece no apta para peeling pero que al igual que todas las pieles necesita liberarse de células muertas, lo correcto es aplicar productos no químicos y optar por cosméticos suaves, no agresivos y libres de aroma.
Por ello, primero hay que realizar una limpieza facial a base de micelas, ya que estas actúan como un imán capturando impurezas, suciedad y sebo. Después hay que purificar la piel mediante la mezcla de aceites RAME para conseguir una mayor elasticidad, regeneración celular, efecto calmante y luminosidad en la piel.
Por otro lado, para quienes presentan la piel grasa, primero hay que realizar un peeling con la mezcla de aceites RAME. A continuación se realiza una exfoliación física y después un masaje de cepillo eléctrico para realizar la higiene facial con un jabón depurador, el cual absorbe la grasa final y limpia el tejido de los restos producidos durante la exfoliación natural. Luego se aplica una mascarilla húmeda intensa para retirar la grasa restante.
Para la piel queratósica es aconsejable utilizar una exfoliación mecánica, ya que son pieles que acumulan en su epidermis un exceso de célula muerta por deshidratación, convirtiéndola en una piel gruesa y poco elástica produciendo el efecto de hiperqueratinosis. Así pues, se realiza un peeling con la mezcla de aceites RAME; se lleva a cabo una exfoliación física; se aplica una loción desincrustante para poder trabajar la paleta ultrasónica; y se finaliza el peeling ultrasónico se rocía la piel con una bruma de agua termal.