La explicación de por qué algunas mujeres tienen bigote

Aunque la travesti Conchita Wurst lo popularizó en el Festival de Eurovisión de 2014, lo cierto es que la prominencia del vello facial suele ser un problema con el que día a día se encuentran muchas mujeres. Bigote, barba, patillas largas, pelos alrededor del ombligo, suelen ser localizaciones donde la mujer no habitúa a tener vello, pero que en muchas ocasiones también aparece contra su voluntad. Todo ello tiene una explicación: el hirsutismo.

Se trata de un trastorno hormonal por el que se ven afectado aproximadamente el 5% de las mujeres y que está provocado por el aumento de secreción de los andrógenos, de la testosterona y de otros receptores hormonales de la mujer. En la mayoría de los casos, suele aparecer durante la pubertad o también tras la menopausia. En ocasiones, el exceso de vello puede llevar a un problema médico que requiera tratamiento por parte de los profesionales. Quizás el caso más conocido sea el de la artista mexicana Frida Kahlo, quien siempre llevó por bandera esta afección.

Aunque tiene un cierto componente hereditario, el hirsutismo tiene múltiples causas, que llevan a la mujer a tener una mayor producción de andrógenos y, por tanto, de vello en zonas no habituales. Personas que toman habitualmente corticoides u otros fármacos como el minoxidil; pacientes con síndrome de ovario poliquístico, hipertiroidismo o hiperplasia suprarrenal congénita, son las que desarrollan esta característica del vello corporal. Un trastorno, si bien, que también puede afectar al hombre.

El problema, por tanto, tiene un origen bien establecido pero, ¿cómo se trata? Según indica un estudio realizado por profesionales del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, hay múltiples formas de tratar esta anomalía y, en caso de ser mediante medicamentos, “la elección de la terapéutica farmacológica se realizará en función de la etiología del hirsutismo, de las manifestaciones clínicas acompañantes y de la edad de la paciente”.

Así, existen fármacos, a veces destinados a tratar otras enfermedades, que combinan estrógenos y un antiandrógeno para aplacar el desbarajuste. Pero muchos expertos también resaltan los numerosos tratamientos estéticos y cosméticos que existen, pese a que su efectividad nunca suele ser total, como pueden ser la depilación láser, la decoloración u otras técnicas de camuflaje.

Si bien, aunque se logre eliminar la disponibilidad en la piel para generar vello, hay que tener en cuenta que el ciclo de vida del vello suele ser largo (entre seis y doce meses), por lo que los expertos sugieren realizar tratamientos prolongados, de hasta dos años si se usan medicamentos.


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